José Contreras Contreras\r\n\r\nTOLUCA, México, 27 de Abril.- José Edgar Naime Libién, Delegado del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), en la entidad, indicó que, además de la obesidad y los antecedentes familiares, de acuerdo a estudios recientes, el tabaquismo en la población juvenil es uno de los principales detonantes para sufrir un infarto.\r\n»Entre los factores que ponen en riesgo la salud de los jóvenes ?según la Sociedad Española de Cardiología-, el tabaco multiplica hasta en seis veces la posibilidad de un evento cardiaco prematuro», refirió el funcionario del Instituto de Seguridad Social y añadió que la mayoría de la veces el tabaquismo abre el camino para el consumo de otro tipos de drogas.\r\nEn México, las estadísticas señalan que las principales causas asociadas a un infarto, en personas menores de 40 años, están vinculadas al tabaquismo y consumo de cocaína, con una incidencia cercana al 75 por ciento de los casos y con mayor frecuencia en la población masculina.\r\nEn el mismo sentido, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2012, refiere que la segunda causa de muerte tanto para hombres y mujeres son las enfermedades isquémicas del corazón, 12% y 12.1% respectivamente. «La cardiopatía isquémica constituye uno de los primeros factores de muerte y es también uno de los principales motivos de pérdida de la vida durante los años potenciales de productividad», detalló el doctor Naime Libién.\r\nAñadió que en la población de jóvenes, la cual representa poco más del 10 por ciento de los afiliados al ISSSTE en el Estado de México, que antes era considerada de bajo riesgo, actualmente está siendo afectada seriamente por padecimientos cardiovasculares, y se prevé un crecimiento progresivo de no establecer medidas que promuevan y refuercen estilos de vida saludable desde edades tempranas.\r\nLo anterior debido a que «la amenaza del tabaquismo en la salud de los adolescentes inicia desde los 12 años, sólo el último año creció 15 por ciento en hombres y hasta el 16 por ciento en mujeres quienes a su vez pueden desarrollar el síndrome de abstinencia por fumar durante el embarazo, por ello es imprescindible contrarrestar estos factores en adolescentes y adultos jóvenes», recalcó el delegado estatal.\r\nLas afectaciones de los fumadores activos no se limitan a su persona, ya que el humo del tabaco puede ocasionar los mismos daños en fumadores pasivos o involuntarios que comparten espacios de convivencia.\r\nNaime Libién señaló que existen elementos no modificables entre ellos: la edad, los factores hereditarios y el género (los hombres son más propensos al padecimiento) que contribuyen a los riesgos de las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, actuar sobre algunos factores puede modificar, para bien, el curso de los padecimientos, entre ellos: disminuir con dietas adecuadas los niveles de colesterol; abatir mediante ejercicio físico la obesidad; atender la hipertensión arterial con buenos hábitos alimenticios, pero sobre todo evitar el consumo de tabaco y sustancias que dañen el sistema cardiovascular, finalizó.\r\n