Sin sentido…

Alcaldes ricos, pueblos pobres

 

Por: José Contreras Contreras

 

Los ayuntamientos mexiquenses tienen dos importantes retos en el corto plazo: el primero será cubrir exitosamente la nómina del mes de diciembre, incluyendo prestaciones como aguinaldo, prima vacacional y hasta caja de ahorros, en algunos casos, para después cerrar la puerta y entregar la llave a los próximos presidentes municipales.

Aunque suena como si fuera una circunstancia normal, dado que supuestamente los presupuestos se hacen y se ejercen de forma anual, la realidad supera esa fantasía y por lo menos el 80 por ciento de los ayuntamientos del Estado de México están en graves problemas financieros, lo suficientemente fuertes como para no tener siquiera para pagar la segunda quincena de noviembre y las dos restantes de diciembre, que serían las últimas que les corresponde cubrir a los actuales presidentes municipales.

Hay localidades donde la crisis ya los alcanzó y en pleno mes de noviembre no han cobrado los trabajadores siquiera lo correspondiente a los meses de septiembre y octubre, mucho menos lo que en justicia debieron de recibir antes del llamado Buen Fin, y ni soñar con que les hubieran adelantado aunque sea un quinto de sus salarios.

La situación llega al extremo en localidades que, además, presentan adeudos millonarios en el pago a proveedores, principal rubro donde los actuales presidentes municipales le han “rascado” al presupuesto para tratar de juntar recursos para cubrir otras “prioridades”, al menos para ellos.

Las cosas no pintan muy bien para el cierre de las actuales administraciones municipales, más aún cuando ya en la Contraloría del Poder Legislativo del Estado de México ya hay “cola” para presentar demandas en contra de las actuales administraciones municipales, a las cuales no es que les haya faltado dinero, sino que en su mayoría de lo que carecen es de capacidad financiera para cumplir su principal responsabilidad: la recaudación de impuestos por servicios e impuestos como el predial y agua potable.

La situación está a punto de hacer crisis en municipios de todo tamaño y color, porque ese estado se registra tanto en panistas como en perredistas y ni qué decir de los priistas, que por la lógica de ser mayoría, están en mayores problemas que los de otros institutos políticos.

Ahí es cuando una se pregunta para qué tanto curso de capacitación que se les da incluso antes de comenzar las administraciones municipales y para qué tanto sistema de control sobre el ejercicio presupuestal si los presidentes municipales son tan “inteligentes” como para superar cualquier tipo de control y hacer del presupuesto un verdadero desastre en el que pocos son los beneficiados y muchos los perjudicados.

No solamente tenemos un estado de autoridades millonarias y ciudadanos pobres, sino además es evidente que las comunidades están totalmente abandonadas, las calles son auténticas trampas donde el pavimento ya ni existe, las colonias y barrios carecen de servicios básicos y la prestación de otros, como la recolección de residuos sólidos, es cada vez más un asunto de particulares porque los ayuntamientos no son capaces de cumplir con esa obligación administrativa.

En realidad no alcanzarían los espacios en las penitenciarías del Estado de México para castigar la ineficiencia de los presidentes municipales salientes, casi todos, y aunque así fuera, en realidad ¿qué ganarían los ciudadanos con que todos los malos alcaldes se fueran a las penitenciarías?

Lo que en realidad reclaman los habitantes de los municipios mexiquenses es vivir bien, en paz, con seguridad, tener agua potable de calidad en sus hogares y con suministro regular, que haya unidades que pasen sistemáticamente a recolectar los desechos urbanos y que por lo menos haya un espacio cerca que sea digno para convivir con sus familiares.

Pero todo esto parece estar cada vez más lejos de la realidad, porque esta entidad, es un hecho, carece de autoridades municipales responsables, la mayoría son ineficientes y ya lo han comprobado en los últimos tres años, y otros ya brincaron a otro puesto político en donde lo menos que les interesa es el “reguero” que dejaron en las comunidades que tuvieron la oportunidad de gobernar.

Aquí el ejercicio del poder se ha convertido en un asunto de oportunidades de superación política para unos cuantos y no de servicio a la sociedad, tal y como debería ser. ¿O no?

Sábado 20 de Abril del 2024 1:43 am