Agencia MVT / Filiberto Ramos
TOLUCA, México, 17 de mayo 2017.- «Sonó como cohetes que truenan en el cielo, hasta parecía que temblaba», relataron vecinos de El Cerrillo Vista Hermosa del momento en que se precipitó la aeronave tipo LearJet en los terrenos aledaños al Aeropuerto Internacional de Toluca, a unos 200 metros de donde terminan las pistas, donde se confirmó la muerte de los dos tripulantes.
El perímetro fue acordonado por la policía en un radio de 200 metros cuadrados, para evitar que la gente se acerca; no hubo nada más que hacer, los cuerpos y fuselaje fueron consumidos en cuestión de minutos por las llamas, sólo quedaba esperar la llegada de los peritos.
«Estaba hasta Santa Rosa y hasta allá se escuchó la explosión, primero una como de cohetes pero fuerte y luego otra pero creo fue cuando ya cayó», relató uno de los vecinos del Cerrillo que llegaron a saber lo que pasaba pero igual que todos, fueron parados sobre la calle De Agustin Millán también conocida como Camino Viejo a San Pedro, donde iniciaba el acordonamiento policiacos.
Como pocas veces, sobre esa avenida se desplegaron más de 20 patrullas de la Comisión Estatal de Seguridad Ciudadana (CES), también se desplegó personal de la Marina que llegaron a reforzar, dos camiones cisterna del Aeropuerto del Cuerpo de Rescate y Extinción de Incendios (CREI) que fueron los primeros en llegar luego que se escuchó el impacto de la avioneta contra el suelo.
Dentro de la cinta amarilla de contención se dejó ingresar una unidad del Instituto de Servicios Periciales de la Fiscalía Estatal para iniciar a recabar las evidencias de entre los escombros de la aeronave, que quedó hecha cenizas.
La tierra de arado se confunde con los escombros cenizos que quedaron dispersos a una distancia de 20 a 40 metros apenas se podían distinguir pedazos del motor, las láminas de revestimiento y fuselaje.
Metros antes, todavia dentro del aeropuerto y donde terminan las pistas de despegue, está un viejo cementerio de avionetas, quizás ahí acabarán los restos de este incidente.
El comunicado de las autoridades específica que la avioneta propiedad de la empresa autotransportes Hutzizilin, iba con destino al estado de Durango, que salió del aeropuerto de Toluca e intentó regresar a pista.
Sobre el terreno de arado, aún se lograban ver manchas negras que dejó el combustible y la aeronave a lo largo de unos 80 metros donde derrapó, para finalmente explotar.
Alrededor de las 17:00 horas un primer cuerpo fue recuperado, minutos más tarde a las 17:20 horas, los peritos levantaron otro cuerpo para subirlo a la camioneta. Y los trabajos continuaron. Las víctimas también continuaron sin identidad oficial.
«Parece como de película joven, se veía feo y la lumbre subía alto, hasta pensamos que había caído en una casa, lo bueno fue eso, que no cayó ahí», comentaron mientras veían los vecinos el panorama desolador que dejó el accidente.
Como una macabra coincidencia la matrícula del aeronave XA-VMC es casi igual a la del aeronave en que falleciera el ex secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño el 4 de noviembre de 2008 en la Ciudad de México, XC-VMC.
