TOLUCA, México, 19 de Mayo.- En el 80 por ciento de los casos de abuso sexual de menores de edad, los propios padres desconfían de sus acusaciones.\r\nEl investigador de la Facultad de Ciencias de la Conducta de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), Luis Javier Villegas, aseguró que es al primer obstáculo que se enfrenta un niño o adolescente que es víctima de una violación, la desconfianza de su propia familia.\r\n»Vemos casos en los cuales un niño, una niña se queja con papá o con mamá, sobre todo si es un familiar involucrado en el abuso, muchas ocasiones se le maltrata al menor por ser mentiros, por dudar o por hablar de la honorabilidad del adulto, ese es un primer efecto negativo en la victima», dijo.\r\nEl psicólogo universitario consideró que un abuso sexual deja heridas difíciles de curar, pero las que quedan en la mente pueden causar alteraciones emocionales y psicológicas severas, que si no se atienden pueden llevar al suicidio en algunos casos.\r\nAgregó que las secuelas de un abuso deben de ser tratadas ya que en algunas ocasiones, la victima puede replicar esta conducta y en su edad adulta puede cometer una violación sexual.\r\n»Casi siempre, casi todos los que son abusadores sexuales, en alguna ocasión han presentado un evento de abuso sexual, se dice que se va trasmitiendo como el vampirismo, como que alguien fue abusado sexual más fácilmente se hace propenso a abusar posteriormente de alguien», apuntó.\r\nEl investigador de la UAEM resaltó que es necesario que tanto la víctima como la familia debe de someterse a un tratamiento psicoterapéutico para evitar problemas que puedan surgir en el futuro, porque podría olvidarse por un momento pero cuando empieza la vida sexual activa se presenta traumas, temores y angustias que afectan el desenvolvimiento de la persona.\r\n