Agencia MVT / Filiberto Ramos
TOLUCA, México, 28 de Mayo del 2017.- -¡Centro! ¡Por Lerdo! ¡Palacio! ¡Cosmovitral -grita el cacharpo de la unidad 445 de TEO, que viene de Lerma, pasa por Aeropuerto y sigue su ruta en Paseo Tollocan.
-¿Entonces, cuántos tienes en la secundaria, dos o uno?-siguen su plática, y otra parada, en el que se carga más pasaje que apenas alcanza a llenar a medias el camión, es horario flojo, las tardes son las más buenas.
-¡Centro!, ¡por Lerdo! ¡Palacio! ¡Cosmovitral! -se repite como un zumbido interminable que se cambia hasta pasar Toluca.
El Cacharpo es un vigilante, ayuda para evitar a los vendedores y los llamados «chismosos», disfrazados de comerciantes pero «ladrones en potencia».
Más adelante, llegando a Pilares y Tecnológico, cierran las puertas, saben que son de los puntos en donde suben los “chismosos”, que van por la extorsión de los cinco pesos.
Dos paradas de las más conflictivas, sobre todo de noche, cuando salen los trabajadores de las fábricas y los estudiantes van a casa, es cuando es más rentable para los grupos del crimen que siguen a diario esa ruta.
De acuerdo con los informes mensuales de Cámara Nacional de Autotransporte Pasaje y Turismo (Canapat), la ruta que corre de Bulevar Aeropuerto hasta el centro de Toluca, es una de las más afectadas con los asaltos al transporte público.
-Mi chavo quiere estudiar de ingeniero, pero es caro. Y por lo menos unos seis años, -Alargan su plática. Una conversación muy distinta a la que intercambian el operador de la unidad 72 de Temoayense, que corre de la terminal toluqueña al norte; en ésta el recorrido se hace hablando de los días malos y las malas apuestas que salieron del partido pasado.
-Apenas saqué ayer lo de la raya, estuvo flojo de a madr…! -reprochan los dos conversadores del transporte público.
La ruta de la 445 sigue, sale de Tollocan para entrar a Lerdo por un tramo menor de Alfredo del Mazo.
Está a mitad de su destino, comienza a sonar en el estéreo una tonada de los Tigres del Norte y por fin en todo el camino, el operador de la 445 recibe un gracias del usuario.
Su unidad va media llena en todo el recorrido, según los reportes de la Canapat son las unidad que más se asaltan, las que van atestadas al tope, es más difícil para los grupos del crimen.
El operador de la 445 sabe que el usar cacharpo está prohibido, pero una forma de evitar asaltos o defenderse de estos, es burlar la ley.
En esta como en casi la mayoría de los camiones se burla la norma, tapices y cortinas de peluche, música y equipo de sonido, uso de cacharpos, pero no hay de otra, incluso esa falta a las normas hace el recorrido más ameno a los usuarios, es la característica más evidente del recorrido diario.
Así será hasta el final de la jornada para iniciar de nuevo mañana: -Ya mañana es lunecito! -Dicen los conversadores de la ruta, aunque saben que será un día normal y de una jornada igual, pero les gusta asimilar que será distinto.
-¡Centro! ¡Por Lerdo! ¡Palacio! -el recorrido hasta el centro duró una hora, y lo que resta amerita otros 30 minutos más.
La unidad 445 de TEO todo el tiempo corre detrás de otro, que va más adelante y otro que viene más atrás.
El tiempo está marcado en cada parada por los checadores con lista en mano que advierten el retraso, no hay de otra que meter acelerador.
Ya en el centro cambia el pregón: -¡Santa María! ¡San Pancho! ¡Casas Geo! ¡Deportiva! ¡La López! ¡Ex Cama de Piedra! -se enlista y parece que se grita con más alivio, ya se pasó la ruta peligrosa de Tollocan. Continúa el viaje.