TOLUCA, México, 14 de Dic.-Con el propósito de reducir el índice de obesidad y las enfermedades que se derivan de ésta, como la diabetes, el diputado del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Jocías Catalán Valdés, retomó a nivel estatal la propuesta presentada en el Congreso de la Unión, que considera necesario cobrar un impuesto de 20 por ciento a las bebidas con ocho o más kilocalorías por cada 100 mililitros de producto.\r\nEl legislador aclaró que no pretende que esta sea una solución definitiva al problema de obesidad derivada de las malas costumbres de alimentación, sino una herramienta para su combate.\r\nAseveró que el gravamen lograría, por un lado, una inhibición para el consumo de este tipo de bebidas por el incremento en su precio, y por otro, podría propiciar en la industria refresquera la producción de bebidas con contenidos menos calóricos.\r\nEl legislador perredista dijo que se plantea gravar únicamente las bebidas embotelladas que tengan un consumo calórico excesivo, mientras que las bebidas que contengan una cantidad menor de kilocalorías, no pagarán impuesto.\r\nEn este sentido, dijo que de acuerdo con la Revista del Consumidor, las bebidas con bajo contenido calórico existen en abundancia, por lo cual, no se obliga a la industria refresquera a realizar un esfuerzo extraordinario para continuar explotando el gran mercado mexicano.\r\nAñadió que este impuesto traería como consecuencia una mayor recaudación fiscal, misma que se puede emplear en infraestructura hidráulica para llevar agua potable a las comunidades que carezcan del líquido, pues como es sabido, en muchas comunidades que carecen de este recurso, se le sustituye por el refresco, lo que a la larga constituye un mayor gasto para las familias.