Preparan el camino de regreso a los muertos con flor de cempasúchil

Agencia MVT / José Contreras Contreras

 

TOLUCA, México, 29 de Septiembre.- Desde hace más de 200 años, el 29 de septiembre es un día en que la mayoría de los habitantes de San Pablo Autopan, comunidad de origen otomí al norte de Toluca, se despiertan muy temprano para cumplir un ritual, mezcla de religión y paganismo, con el que se prepara el camino para los muertos que pronto vendrán al mundo terrenal los días 1 y 2 de noviembre.

Este jueves, el panteón de La Aurora, ubicado en las orillas de San Pablo Autopan, concentró como cada año a cientos de familias que se dedicaron primero a barrer y limpiar las tumbas, para posteriormente arreglarlas con pétalos de la flor de cempasúchil, esa decorativa vegetación que en México es sinónimo de adoración a los fieles difuntos.

Pero la próxima llegada de las almas al mundo terrenal, que será posible el Día de Muertos, se acopla con otra fiesta muy importante en San Pablo Autopan, pues del 29 de septiembre de festeja a San Miguel Arcángel, el santo patrono de este pueblo donde más de la mitad de la población todavía puede comunicarse en otomí, “la lengua que suena bonito”.

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FOTO: Agencia MVT / Crisanta Espinosa

Fidel Martínez, uno de muchos habitantes de San Pablo Autopan que cumplió fielmente con la tradición, explicó que desde 1970, cuando él tenía 10 años, comenzó a acompañar a sus padres y abuelos al panteón de La Aurora.

“Desde chicos venimos a limpiar las tumbas, a preparar el camino a los fieles difuntos, y luego a colocar el camino anaranjado que se forma con pétalos de  cempasúchil, de la flor que también cultivamos y cosechamos un día antes”, dijo.

Y es que esta comunidad también se caracteriza precisamente por su producción de flor de cempasúchil, la cual se cultiva en dos tiempos, pues para ellos es muy importante que la flor esté lista justo el día de San Miguel Arcángel, pero también debe haber otra parte para recibir a los muertos en las tradicionales ofrendas del 1 y 2 de noviembre.

FOTO: Agencia MVT / Crisanta Espinosa

Fidel Martínez explicó que el panteón ha crecido mucho en los últimos años, incluso ya hay hasta tres o cuatro difuntos en cada tumba, de las cuales hay unas 2 mil, y los espacios cada vez se agotan más.

Esta tradición reúne a familias completas, pues para los lugareños es muy importante que la tradición se herede de generación en generación, por ellos los más grandes se les ve acompañados de sus hijos, nietos y bisnietos, quienes se encargarán de preparar para ellos el camino de regreso, cuando llegue su turno de partir.

FOTO: Agencia MVT / Crisanta Espinosa

Martes 23 de Abril del 2024 4:43 am