TOLUCA, México, 8 de Mayo.- Hasta 30 por ciento de especies forestales, como el pino, oyamel y encino, han disminuido en la zona del Nevado de Toluca; es decir, que cerca de 156 hectáreas por año se pierden por su explotación para uso agrícola o para la extracción de madera para la construcción, postes, cercados y leña, mientras que el oyamel se utiliza como leña o carbón.\r\nEn este contexto, Ángel Rolando Endara, profesor e investigador del Instituto de Ciencias Agropecuarias y Rurales de la Universidad Autónoma del Estado de México, explicó que las poblaciones de estos tipos de árboles se han visto disminuidas considerablemente, como consecuencia de su tala para fines comerciales.\r\nIndicó que con la extracción de estos recursos se influye negativamente en la regeneración natural de las especies, lo que en el largo plazo puede provocar un corte en las generaciones futuras; es decir, que haya abundancia de árboles adultos, así como renuevos, pero la ausencia de árboles jóvenes.\r\nDadas las condiciones, dijo, el bosque se está convirtiendo en un ecosistema vulnerable con muy bajas posibilidades de reproducción y con tendencias a la fragmentación continúa, frágil ante el ataque de plagas, enfermedades y plantas parásitas.