Staff MVT\r\n\r\nTOLUCA, México, 1 de Agosto.- La política criminológica que tenemos en México está minimizada a mantener el orden social, mediante la creación de tipos penales y el incremento de penas, pero no previene los delitos, sostuvo la especialista Italy Desiree Ciani Sotomayor.\r\nLa colaboradora de la revista «Prospectiva Jurídica», editada por la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma del Estado de México, afirmó que la percepción ciudadana es una realidad: la impunidad y la ineficiencia caracterizan al sistema de justicia penal y es precisamente la impunidad, la que exacerba en gran medida la criminalidad.\r\nLa experta en seguridad pública, justicia penal y violencia de género consideró legítimo reclamo ciudadano de que se esclarezcan asuntos y se ponga solución a la situación e inseguridad.\r\nEn este contexto, refirió que el Centro de Investigación para el Desarrollo A.C. (CIDAC) reveló que de cada 12 delitos que se denuncian, en tan sólo tres de ellos se integran completamente las averiguaciones previas correspondientes y de éstas, únicamente dos se consignan ante un juez, lo que tiene como consecuencia que 98 por ciento de los delitos queden impunes.\r\nItaly Desiree Ciani Sotomayor abundó que «quienes buscan endurecer las penas, por lo general pretenden que estas sean ejemplo, es decir, que correspondan con el daño causado y que inhiban a otros a incurrir en conductas similares, mandando un mensaje de que el que la hace la paga y la paga con todo el peso de la ley».\r\nSoluciones tan drásticas, indicó, se ha convertido en una de las tentaciones más recurrentes de la clase política; es decir, proponer penas más severas, partiendo de la falsa premisa de que ello solucionará en automático, el fenómeno delincuencial.\r\nCiani Sotomayor puntualizó que son muchas las reformas de este tipo que han sido impulsadas en el país; por ejemplo, la relativa a la prisión vitalicia para secuestradores, castración química a violadores, régimen procesal de excepción a miembros de la delincuencia organizada y cárcel a quien acose a una mujer en el transporte público, pero evidentemente, no han funcionado.\r\n