Pobreza impulsa el trabajo infantil: Miranda Juárez

Agencia MVT / Ingrid Ahumada Mañón

TOLUCA, México, 6 de Octubre del 2017.- Sarai Miranda Juárez, investigadora del Colegio de la Frontera Sur, presentó investigación sobre Trabajo Infantil y Migración en Niños, Niñas y Adolescentes que Realizan Trabajo Doméstico en la Región de los Altos en San Cristóbal de las Casas en Chiapas y en la Región Fronteriza de la Ciudad de Tapachula, ante alumnos y maestros de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM).

Miranda Juárez destacó que la principal razón por la que los niños se ven obligados a trabajar es la pobreza, y señaló que existe una diferencia de género sobre el trabajo, ya que mostró que los resultados arrojados hasta el momento indican que los niños se emplean en su mayoría en el sector agrícola, con 36 por ciento, y las niñas en el servicio doméstico, en 34 por ciento, y comercio el 34.5 por ciento.

«Se sabe que la pobreza y las necesidades económicas son las principales causas de la existencia del trabajo infantil, la connotación del trabajo infantil es diferente en distintos contextos socioeconómicos y culturales», precisó.

Añadió que los padres encuentran benéfico el trabajo de los niños para su sano desarrollo, ya que argumentan los sitúa frente a responsabilidades y los ayuda a madurar generándoles en cierta medida una experiencia de aprendizaje, por lo que ven el trabajo como una alternativa al ocio, ya que los padres consideran que desde edades tempranas los niños deben aprender formas de ganarse la vida y el sustento cotidiano.

Profundizó que los padres piensan que una de las mejores herencias que pueden dejar a los hijos es el aprendizaje temprano de un oficio, ya que refirió que para las familias en situación de escasez material o pobreza los hijos que van a la escuela suponen un gran esfuerzo.

Finalmente, apuntó que el mayor apoyo para estas familias lo dan organizaciones de la sociedad civil, ya que en instituciones gubernamentales existe abuso de autoridad y les cobran servicios que deberían ser gratuitos, y también en ocasiones les retiran la mercancía que venden, siendo ésta su único sustento.

«El único apoyo que tienen es de la organización civil y mucha de esa organización civil tiene que ver con la iglesia que les dan apoyo, asesoría, albergue, les muestran sus derechos laborales, migratorios, y lo que sí es que la autoridad y la presencia del Estado es un riesgo para las chicas porque hay muchos abusos de poder, hay mucha corrupción, el instituto nacional de migración les pide dinero, las autoridades locales municipales se hacen pasar por agentes migratorios cuando no lo son», remarcó.

 

Viernes 19 de Abril del 2024 4:02 pm