Agencia MVT / Ingrid Ahumada Mañon
TOLUCA, México, 1 de Noviembre del 2017.- Alumbrados por la luz de veladoras colocadas en las tumbas de sus difuntos, las cuales se encontraban adornadas con flores de todo tipo, olor a copal y madera quemada también se hicieron presentes, así como rezos y melodías cantadas por mariachis, oriundos y vecinos de comunidades aledañas de Santa María de las Rosas visitaron el panteón del lugar ubicado en Heriberto Enriquez y Miguel Barragán.
Al panteón acudió Libertad García Márquez acompañada por más de 15 familiares, quienes al rededor de la tumba de sus suegros cenaron pan de muerto y café mientras platicaban con los difuntos sobre los acontecimientos más relevantes de este año.
«Cada año venimos a la tumba de mis suegros a merendar con ellos, por lo general traemos ojaldra, chocolate y café, vienen familiares, mis hijos y los nietos», comentó.
Relató que esta tradición la realizan desde hace 20 años, ahora acuden acompañados por sus nietos y algunos bisnietos a quienes -dijo- les explican el motivo de la tradición para que ellos la sigan llevando a cabo.
«Estamos solo 3 horas, platicamos y cenamos con mis suegros les hablamos de los bisnietos que tuvieran y de lo que ha pasado en la familia esté año, por estar aquí yo siento mucha emoción», añadió.
En una de las tumbas aledañas cantaba el mariachi «hermoso cariño» y «amor eterno», mismas que se escucharon en distintas partes del panteón, acompañados por los familiares quienes de igual forma entonaban con sentimiento las melodías, uno de ellos era Adolfo Barragán, relató que estas festividades le causan melancolía al recordar a su padre quien tiene 11 meses de haber fallecido.
«Ver el panteón con velas, el holor a flor fresca y la música de los mariachis me pone la piel chinita, no tiene mucho que falleció mi papá y lo recuerdo bien, no es un sentimiento de tristeza sino de melancolía y a la vez de alegría», refirió.
