TOLUCA, México, 12 de Feb.- Sonia Yolanda Rocha Reza, Investigadora de la Facultad de Ciencias de la Conducta de la Universidad Autónoma del Estado de México, aseguró que existe un marcado rechazo social –como forma de discriminación– hacia las personas con sobrepeso u obesidad, a pesar de que México ocupa el primer lugar en el mundo en obesidad.\r\nIndicó que, por ejemplo, es evidente en las escuelas donde a los niños se les ponen sobrenombres como «gordinflas» o «timbón».\r\nEn la edad adulta, la discriminación se hace presente cuando dos personas con las mismas capacidades intelectuales o habilidades ?una obesa y otra delgada- solicitan un empleo y por un asunto de mera «estética», se elige a la persona delgada.\r\n»Una situación similar se presenta al elegir a una pareja sentimental, cuando a dos personas se les conoce apenas y se opta por la relación con la persona delgada», acotó.\r\nApuntó que la obesidad tiene efectos negativos sobre la autoestima de las personas, ocasiona incomodidad que fortalecen los medios de comunicación con la difusión de un estereotipo que refiere que las personas delgadas son muy felices, exitosas y que todo mundo las quiere.\r\n»Ser delgado se ha convertido en un ideal que propicia que las personas con problemas de obesidad se alejen de la búsqueda de contactos sociales más amplios y se conformen con sus relaciones familiares y un núcleo cerrado de amistades», aseveró Rocha Reza.