Luis Ayala Ramos\r\n\r\nTOLUCA, México, 21 de Oct.- La aparición de alimentos transgénicos podría en un futuro ser la solución a la escasez de productos como el maíz en México, pero puede hacer que desaparezca la semilla criolla, además de la dependencia tecnológica y el alto costo de producción para los agricultores.\r\nAseguró en entrevista la investigadora y médico veterinaria y zootecnista de la Universidad Nacional Autónoma de México, Doli Macías Rivera, quien aclaró que no hay estudios fehacientes que demuestren que los alimentos transgénicos sean dañinos para el consumo humano.\r\nDijo que las modificaciones genéticas hechas a los productos comestibles afectan únicamente a su genética y no es transmisible a las personas, «porque no compartimos la misma composición biológica», explicó.\r\nPor lo que se refiere a la polémica que involucra a los investigadores, productores y empresarios respecto a las bondades o perjuicios de la producción transgénica, la investigadora destacó que la discusión debería ser cómo evitar que productos como el maíz, que a la larga dejarán de escasear, se pueda evitar la importación de semillas transgénica y tecnología que pueden encarecer el alimento para el consumidor final.\r\n