TOLUCA, México, 30 de Abril.- Aunque las autoridades estatales presumen que en el Estado de México impera la paz laboral, hay que reconocer que no hay satisfacción laboral, pues los salarios y la condición social, entre otros aspectos, de los trabajadores no son los óptimos apuntó Jorge Díazgalindo Hurtado, oficial mayor de la Confederación de Trabajadores de México (CTM).\r\nIndicó que ante la falta de un liderazgo en la conducción del país, más que una reforma estructural y modificaciones a la ley, lo que la clase trabajadora demanda es que los actores políticos se promuevan las bases para un verdadero crecimiento económico.\r\n»Hasta ahora no se ha hecho, lo cual pone en riesgo la estabilidad social del país», manifestó.\r\nDijo que el sector obrero enfrenta diversas situaciones en materia de revisión contractual y seguridad social, y están a la espera del cambio de gobierno federal para exigir que atienda el reclamo de millones de mexicanos que están en la extrema pobreza.\r\nEn ese sentido, precisó que en el aspecto económico es necesario que las autoridades de gobierno trabajen en abatir los índices de desempleo y apliquen una política económica tendiente a aumentar el poder adquisitivo de los trabajadores que se ha perdido hasta un 80 por ciento en los últimos años.\r\nEn su opinión, la recuperación del poder adquisitivo no se va a lograr con la reforma laboral, sino más bien llegando a acuerdo con la parte patronal, para que ésta no tenga que pague tantos impuestos.\r\n»Que esto sea concertado, es decir, donde la parte patronal no tenga tanta carga impositiva, que no pague tantos impuestos y ese remanente se destine a elevar la productividad». \r\nAseveró que en el rubro social urge atacar la inseguridad, ya que no se puede negar que alrededor del 80 por ciento de los mexicanos ha sido víctima de algún atraco, «es fundamental mejorar el combate a la delincuencia organizada».\r\nEn el ámbito político, dijo, los candidatos no deben enfocarse a ganar sólo las elecciones sino orientar sus plataformas hacia las clases más necesitadas, ya que no es intolerante que 58 millones de mexicanos vivan en condiciones de extrema pobreza.\r\nMencionó que los gobernantes conocen de sobra las estadísticas de la condición en que México se encuentra, por lo que más que discursos deben ponerse a trabajar para atender los rezagos.\r\n