Agencia MVT
- Disfrutan de música, talleres y artes circenses, los cuales fueron los elementos principales de un día lleno de aprendizaje y diversión.
Toluca, México, 27 de abril 2019. Durante el penúltimo día de actividades de FestínArte 2019 “La luna no es de Queso”, en el Centro Cultural Mexiquense, se vivieron grandes sorpresas.
En la zona de alunizaje “Luna Literaria”, a las niñas y niños les contaron dos cuentos, “El gato que quería ser un pez” y “La brujita y el lobo”, en los cuales participaron activamente cantando, bailando, aplaudiendo y haciendo sonidos de los personajes principales; posteriormente, eligieron una máscara o rompecabezas con calcomanías, diamantina y crayolas de colores.
Cerca del medio día, el foro Gravedad Cero fue sede de la obra de teatro “Desde el caparazón de la tortuga”, de la compañía Danza Visual, puesta en escena con música y danza que llevó al público a reflexionar acerca del valor del tiempo, ya que en algunos momentos una hora puede durar una eternidad, pero si hay felicidad de por medio una hora puede ser muy poco tiempo.
En el Laboratorio de Katherine, se realizó el taller de gelatina lunática, en el cual los menores disolvieron grenetina con agua fría y caliente. Por separado les dieron un trozo de gelatina que cortaron en cubitos, mismos que fueron vertidos en un recipiente y le agregaron la grenetina para después refrigerar y disfrutar de deliciosos sabores.
Asimismo, en el escenario principal se llevó a cabo “Pic Nic en la Luna” a cargo de Fonámbules del Teatro, quienes a través de tres personajes de clown llevaron a los pequeños por un viaje al espacio escenificando el despegue y el alunizaje donde hicieron un picnic, pero no contaban con el poder de la gravedad que hacía volar su comida, ni con un extraterrestre con el que simularon una batalla de agua en la que salpicaron a todo el público.
Por la tarde, el último evento del cuarto día lo protagonizaron «Los Estrouberry Clowns” quienes presentaron “Vagabondo Circo”.
Las niñas y niños junto con sus padres, no perdían detalle de cada acto y las risas no se hicieron esperar con la gracia de los vagabundos que pelearon todo el show para hacer sonar un silbato.
Por la noche se realizó el campamento, donde familias enteras compartieron anécdotas, conocimientos y libros leídos ante una cálida fogata.
