TEXCOCO, México, 26 de Dic.- En las últimas tres décadas se incrementó el trabajo femenino agrícola debido a la crisis económica campesina, informaron Silvana Pacheco Bonfil y Gregoria Rodríguez Muñoz, profesoras del Centro Universitario Texcoco de la Universidad Autónoma del Estado de México.\r\nAgregaron que, como consecuencia, las mujeres tuvieron que participar de manera más activa en la economía del hogar y lo hicieron incorporándose al trabajo asalariado agrícola, así como a la producción de alimentos, ya sea en la parcela o en el traspatio familiar.\r\nSin embargo, la sociedad y el Estado no le han dado a este trabajo la importancia que tiene, por lo que fue en recientes fechas cuando algunas instituciones del sector agropecuario observaron el roll productivo de las mujeres.\r\nEste es el caso del Subprograma de Microgranjas, que ha permitido al sector femenino acceder a ciertos beneficios sociales y económicos que repercuten en sus familias, con su participación logran asegurar parte de sus alimentos y una ganancia económica.\r\nSin embargo, expresaron que se requiere de mayores apoyos institucionales que contribuyan a ampliar la producción del subprograma, pero también se necesitan nuevos espacios que beneficien a las mujeres, a sus familias y a su economía.\r\n