TOLUCA, México, 13 de Mayo.- Las mujeres estresadas por motivos emocionales, laborales o físicos tienen mayores problemas para embarazarse, advirtió Gerardo Juárez Sandín, jefe del departamento de Investigación y Enseñanza del Hospital de Gineco Obstetricia No. 221 del Instituto Mexicano del Seguro Social.\r\nExplicó que el estrés inhibe el eje hipotálamo, hipófisis y ovario, por lo que en la mujer el estrés es uno de los principales detonantes que en muchos de los casos disminuyen y en otros inhiben por completo la ovulación, siendo este el proceso fundamental para permitir la concepción.\r\n»El estrés es la respuesta del cuerpo a condiciones externas que perturban el equilibrio de una persona, éste puede producir cambios químicos en el cuerpo, iniciando principalmente en el cerebro, enviando señales químicas que activan la secreción de hormonas y éstas, a su vez, dan paso a una reacción en cadena en el organismo: el corazón late más rápido y la presión arterial sube; la sangre es desviada de los intestinos a los músculos para huir del peligro; el nivel de insulina aumenta para permitir que el cuerpo produzca más energía», explicó.\r\nSentenció que este trastorno puede desarrollarse debido a la carga de trabajo tanto en el ámbito laboral como en el del hogar, además de que problemas familiares, personales y sociales ayudan a detonarlo. Además de generar preocupaciones y estrés, también son los causantes de las variaciones de estados de ánimo.\r\nAl llegar la menstruación (entre los 11 y 13 años de edad aproximadamente) la mujer produce óvulos capaces de ser fecundados; sin embargo, el estrés genera que el hipotálamo, que tiene la función de liberar hormonas que influyen en el crecimiento, desarrollo y liberación del óvulo, detenga o minimice su funcionamiento, imposibilitando a la mujer para embarazarse.\r\nExisten diferentes signos y síntomas que pueden alertar a la mujer sobre el grado de estrés que manifiesta, siendo los más comunes: ansiedad, dolor de cabeza, insomnio, indigestión, alteraciones de la piel, aumento de la frecuencia cardiaca, diarrea o estreñimiento, disfunción sexual e incluso depresión, concluyó.