TEMASCALTEPEC, México, 20 de Dic.- Millones de mariposas Monarca tapizaron los bosques mexiquenses de pino y oyamel para hibernar y completar su ciclo biológico, que es el de reproducirse y regresar a Estados Unidos.\r\nCada año, a partir de noviembre arriban millones de mariposas que viajan cinco mil kilómetros desde el sur de Canadá y norte de Estados Unidos para protegerse del crudo invierno; las Monarcas son las que hacen el viaje migratorio más largo de los insectos.\r\nEl ejidatario de San Mateo Almomoloa y guía del santuario de Piedra Herrada, Antonio Salazar Santana, explicó que a México viaja la cuarta generación de mariposas y en febrero inicia su apareamiento, en marzo vuelan de regreso y es en Estados Unidos donde las hembras ponen entre 500 y 600 huevecillos.\r\nAgregó que en Piedra Herrada cada año las colonias de las mariposas monarca se distribuyen en una extensión de 2.5 hectáreas y reposan en los arboles de oyamel para protegerse del viento y del frío.\r\nEl ejidatario indicó que el 30 por ciento de las mariposas que llegan del norte, perecen en nuestro país, por sus depredadores, entre los que destacan la calandria, un ave de la zona, y por los ratones de campo, que comen su abdomen, pero las alas, porque resultarían toxicas para ellos.\r\nConsideró que la cantidad de las mariposas monarca no se han reducido en los últimos años, ya que resaltó que los ejidatarios se han esmerado para mantener en buen estado los bosques y evitar la tala clandestina, porque la presencia de estos seres voladores representa una fuente de ingresos anual.\r\nEn el 2008, la Biósfera de la Mariposa Monarca en los estados de México y Michoacán fueron declarados Patrimonio Mundial por Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), en la categoría de Bien Natural por la importancia de este fenómeno.