TOLUCA, México, 25 de Dic.- La académica universitaria Mariana Madrigal Martínez indicó que en el Estado de México, según datos de la Encuesta Sobre Envejecimiento Demográfico, poco menos de 16 por ciento de la población adulta mayor recibe dinero por pensión, siendo la pensión por jubilación la más importante para los varones y la de viudez para las mujeres, con 29 por ciento y 58 por ciento de las menciones, respectivamente. \rEsta baja cobertura en la entidad, indicó, se agrava al diferenciar por sexo y localidad de residencia, toda vez que del porcentaje de adultos mayores que cuentan con el beneficio de una pensión, existe una cobertura 2.6 veces mayor para los varones que para las mujeres y 5.5 veces mayor en el ámbito urbano que en el rural. \rMadrigal Martínez señaló que mientras que el ingreso mediano por pensión en el caso de los hombres asciende a mil 800 pesos mensuales, el de las mujeres es de mil 500, es decir, el acceso a esta prestación y sin duda, la cuantía del beneficio, presenta distinciones también por cohorte como respuesta a los distintos patrones sociales, económicos y de escolaridad experimentados por cada una de ellas. \rPor ejemplo, explicó, el ingreso mediano por pensión disminuye conforme aumenta la edad, pasando de mil 800 pesos mensuales en el grupo de 60 a 69 años, a mil 700 en el de 70 a 79 y a mil 650 en el de 80 y más.\rEstos mismos patrones diferenciados, sostuvo, han condicionado las oportunidades laborales que la población adulta mayor mexiquense ha tenido a lo largo de su vida, así como la actual condición de inserción al mercado de trabajo en la que se encuentra. \rA diferencia de los países desarrollados, indicó, México tiene una participación muchos más activa de los adultos mayores en el mercado de trabajo, cercana a 30 por ciento, y que se incrementa en las zonas rurales, pues contrario a lo que se pueda pensar, la vejez dista mucho de ser una etapa de reposo y tranquilidad en la que se cuenta con un ingreso asegurado, especialmente cuando se tienen bajos niveles de escolaridad.\rSin embargo, lamentó Mariana Madrigal Martínez, aún estamos inmersos en la típica idea de que con la vejez llega el retiro y no nos damos cuenta de que la ganancia en la esperanza de vida está modificando los ciclos vitales, lo que genera historias laborales (permanencia, alejamientos temporales, retiro o exclusión) por demás diversas.\r