TOLUCA, México, 11 de Jul.- En los últimos 10 años, 80 por ciento de los terrenos dedicados al cultivo en la periferia de Toluca y Metepec se han perdido debido al crecimiento de la mancha urbana, reveló un estudio elaborado por la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM).\rActualmente la agricultura apenas ocupa a 12 mil toluqueños; es decir, cinco por ciento de la población total. Éste segmento trabaja seis por ciento del total de la superficie terrícola.\rEl análisis realizado por la investigadora de la UAEM, María Estela Orozco, expone que este escenario de crecimiento desproporcionado de fraccionamientos en la zona provocó la pérdida de áreas de cultivo.\rPero lo peor es el aumento indiscriminado de asentamientos urbanos irregulares. Tan sólo 80 por ciento del suelo del Valle de Toluca hoy se encuentra en condiciones de sobreexplotación.\rEste hecho se refleja en más tráfico, menos servicios de limpieza, más problemas de seguridad, inadecuado transporte público, interrupciones ocasionales en el suministro de agua y de energía eléctrica, así como problemas de drenaje por falta de mantenimiento y limpieza de las calles, entre otros. \rSin embargo, el estudio apunta que la crisis de los campesinos se origina también porque a los hijos de éstos ya no les gusta trabajar en las tierras, pues prefieren irse a otros lugares a estudiar carreras que no tienen que ver esta actividad o irse a la industria, a pesar de que les pagan sólo 800 pesos a la semana.\rLos que aún tienen terrenos ya no ven en cultivarlos una actividad redituable pues trabajan ocho meses y en menos de un mes se gastan lo que obtuvieron en tanto tiempo, pues no les alcanza los dos mil pesos que reciben por una tonelada de maíz que producen, porque invierten de seis a ocho mil pesos.\rPor ello, prefieren venderlos. Su destino frecuentemente es para la construcción de viviendas populares, lo que ocasiona que los terrenos se vayan disgregando y reduciendo cada vez más, a superficies de no más de mil metros cuadrados cuyo uso primario es agrícola.\rLa investigación de Orozco Hernández consideró que en la base de este problema se encuentran los intereses y necesidades de los diversos sectores sociales para apropiarse del territorio, por lo que las intervenciones en materia de ordenación del territorio se definen en función de los agentes privados y de la mayor o menor adecuación a las leyes del mercado.\r