TOLUCA, México, 31 de Enero de 2011- Eduardo Bernal Martínez, representante del Partido Revolucionario Institucional (PRI) ante el Instituto Electoral del Estado de México, destacó que lo más importante es que los debates que se generan entre los partidos políticos siempre concluyan con acuerdos.\r\n»Para los medios de comunicación esto no es nota, para ustedes la nota es cuando los acuerdos salen por unanimidad, que llevan un gran proceso, el que salgan por unanimidad de los consejeros, a pesar de que cada uno tiene su manera de pensar, genera disensos, pero finalmente llegan a un acuerdo», indicó.\r\nAseguró que los partidos políticos tienen intereses diferentes, así como ideologías, pero el que se haya cedido a no tener cuotas partidistas no es una situación de los de los consejeros, es una voluntad política de los partidos, para ir transparentando y perfeccionando los procesos electorales, sobre todo para que no sean cuestionados.\r\nLo que pasa cuando algunos partidos no tienen posibilidades, más aún cuando no tiene candidatos, como es el caso del PAN y PRD, hasta el momento, se busca deslegitimar un proceso, como sucede en el Estado de México; es por ello que se debe cuidar la legitimidad.\r\nAseguró que al interior del PRI se está cuidando el proceso interno, pero cuando los partidos políticos no tiene otra cosa en que pensar, pues se dedican a denostar el buen trabajo que ha realizado el gobierno estatal.\r\n»Muchos fueron testigos que en la reunión plenaria del PAN parecía más guerra de porras y esto sucede cuando llega gente de fuera, como le sucede al PAN y como le pasa a Convergencia, con la llegada de Emilio Ulloa y los hermanos Rio Valle, que solo llegan a desestabilizar al partido», indicó.\r\nFinalmente, dijo que en el PRI nunca se impugnó a los consejeros y vocales, siempre se estuvo de acuerdo con esta decisión, y no como Marcos Álvarez Pérez que ha deslegitimado a consejeros sin presentar pruebas y la prueba fehaciente es que el nombramiento de consejos del IEEM se dio por unanimidad y este es el doble discursos que manejan los partidos al interior dicen una cosa y hacia afuera dicen otra.