Staff MVT\r\n\r\nTOLUCA, México, 6 de Abil.- Al tomar protesta a la mesa directiva de la Filial Toluca del Colegio de Abogados del Valle de México, que encabeza Pino Aldama Benítez, el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Baruch Delgado Carbajal, mencionó que en el Estado de México, congruentes con nuestra vocación federalista y democrática, se ha trabajado para consolidar y fortalecer la promoción, el respeto y la defensa de los derechos fundamentales de las personas; pues todo ello constituye la razón de ser y hacer de nuestro Estado social y democrático de derecho.\r\nEn el Salón de Plenos del Palacio de Justicia, el presidente del TSJEM dijo que nuestra añeja y rica tradición jurídica, que desde siempre se ha basado en el respeto de los derechos fundamentales de las personas, es el legado que debemos enriquecer para trasmitirlo a las generaciones futuras.\r\nAcompañado por el Presidente del Colegio de Abogados del Valle de México A.C., Joaquín Rodríguez Lugo, el Magistrado Delgado Carbajal refirió que durante toda su vida independiente, México se ha caracterizado por la defensa y protección de los derechos fundamentales de las personas, cuya salvaguarda se ha institucionalizado a través del juicio de amparo, que se ha venido perfeccionando con el correr del tiempo, hasta convertirse en ejemplo para todas las naciones.\r\nLos Estados democráticos de este siglo XXI se consolidan y fortalecen con base en lo dispuesto en su Carta Magna, así como por el reconocimiento y respeto a los derechos fundamentales de las personas.\r\nSe dijo convencido de que, para hacer viva la letra de los derechos fundamentales reconocidos en la Constitución, los mexiquenses cuentan con instituciones cada vez más sólidas y fuertes, así como con autoridades legítimas y confiables y, desde luego, con abogados calificados, prestigiados e íntegros. \r\nAnte miembros de esta agrupación, resaltó que acciones como la reforma constitucional para establecer un nuevo Sistema de Justicia Penal de corte garantista, adversarial y oral honran la tradición jurídica y libertaria del país, pues se trata de un sistema característico de los Estados democráticos modernos, basado en el respeto a los derechos humanos y a la renovada dignidad de la persona, así como en juicios justos, lo cual nos sitúa a la altura de las naciones democráticas más avanzadas. \r\nTambién sobresale en este sentido la reforma constitucional en materia de derechos humanos, que no fue otra cosa más que la constitucionalización del derecho internacional en la materia, y que ha venido a fortalecer la reforma penal. «Ambas reformas constituyen el azimut, el punto de inflexión que ha marcado el antes y el después, el cambio de época, el punto de evolución y transformación de nuestro marco jurídico», subrayó.