Agencia MVT / Ingrid Ahumada M.
Toluca, México, 19 de marzo 2019.- El Cerro del Toloche, que se ubica al norte de la ciudad de Toluca da origen al nombre que proviene de Tolocan y que significa “en donde está el dios Tolo, el inclinado de cabeza”, aunque su nombre original fue Nepintahihui, «Tierra de maíz».
Algunos cronistas mencionan que Toluca fue fundada por los misioneros el 19 de marzo de 1522, dedicándose al culto de San José e imponiéndole su nombre como “Toluca de San José”.
Toluca, que se ubica a 2 mil 667 metros sobre el nivel del mar, se convirtió en ciudad hasta el 12 de septiembre de 1799, cuando Carlos IV, firma la cédula real que le da tal categoría.
La capital del Estado de México también fue sede de grandes acontecimientos, pues durante el periodo de Independencia, Miguel Hidalgo pudo reclutar sólo grupos indígenas en el municipio y tomó la ciudad como lugar de paso en su camino a la Ciudad de México.
Foto: Mario Vázquez de la Torre / Agencia MVT / Archivo
En 1811, se da el único hecho de armas que sufrió la ciudad, pues el ejército insurgente comandado por José María Oviedo y Cristóbal Cruz, asedió Toluca amenazándola seriamente y poniendo en aprietos a Rosendo Porlier, un destacado militar de la Real Armada Española, quien al verse humillado por el asedio y al tener que recurrir a su auxilio con el capitán De la Cueva, decide fusilar sin formación de causa a un centenar de indígenas, en el lugar que hoy se conoce como “Plaza de los Mártires”, la cual se ubica en el centro de la ciudad.
En 1820 Toluca volvió a tener ayuntamiento legalmente, luego de que había desaparecido por haber sido sancionado por la Constitución de la Monarquía Española y fue gracias a la revolución detonada por Don José del Riego que la autoridad monárquica no tuvo más remedio que admitir la restitución de dicho poder que ahora se encontraba integrado por una constitución política democrática.
En 1830 Toluca se convierte en quinta capital del Estado de México, al tiempo que acogió al Instituto Científico y Literario, que había sido fundado en Tlalpan por Don Lorenzo de Zavala en 1828 y que fue reabierto en lo que actualmente es sede de la Rectoría de la Universidad Autónoma del Estado de México.
Foto: Luis Enrique Hernández / Agencia MVT / Archivo
En 1861 por decreto de la Legislatura local tomó el nombre de Toluca de Lerdo, en memoria de Miguel Lerdo de Tejada, un político liberal mexicano que participó en la Guerra de Reforma.
La “actualidad” llegó a la ciudad después de 1865 cuando Mariano Riva Palacio se empeña en transformar la capital a partir de un mejoramiento urbano y contrata al arquitecto Arangoity, quien impone a la ciudad la base del estilo que actualmente muestran sus principales avenidas, mismo que es clasificado por el arquitecto Mendiola Quezada como, “Neoclásico porfiriano”.
Así el 6 de febrero de 1832, inició la construcción de los conocidos portales de Toluca, los primeros 81 arcos fueron inaugurados en noviembre de 1836, mientras que los 152 arcos que se contabilizan en la actualidad fueron construidos en diferentes etapas y están ligados tanto a la historia como al legado de importantes personajes que transformaron la capital.
En dicho año ya se pensaba en una catedral para dar identidad a la ciudad, sin embargo se inicio su construcción en 1867 por el arquitecto Ramón Rodríguez Arangoiti, aunque esta fue lenta y se retomó la obra hasta casi un siglo después, bajo la dirección del arquitecto Vicente Mendiola Quezada, quien respeta el mismo estilo original, aunque con algunas modificaciones y la concluyó en 1978.
Fue durante el porfiriato, a finales del siglo XIX y principios del XX cuando se creó la gran ciudad industrial y comercial, pues la industria cerealera, la cervecera y la textil, así como el banco estatal, la explotación forestal y las numerosas escuelas de artesanía y oficios, además de su universidad, se convirtieron en una ciudad pública y un futuro promisorio para la época.
Foto: Mario Vázquez de la Torre / Agencia MVT / Archivo
Actualmente en Toluca se mezcla la historia y la modernidad que alberga a 873 mil 536 habitantes según el censo realizado en 2015 por el INEGI, así es el cuarto municipio más poblado del Estado de México, luego de Ecatepec, Nezahualcóyotl, y Naucalpan.
Los habitantes muestran a los visitantes los sitios de interés como las plazuelas, los 24 museos que se ubican en la ciudad y los templos cercanos al centro de la capital.
En los portales también se encuentran comercios con variedad de artículos, como dulces típicos, ropa y comida, en este último destaca el tradicional puesto de tortas “La vaquita negra del portal”, una torteria con variedad de guisos, misma que se ha convertido en una parada obligada para todos aquellos que buscan conocer parte de la historia gastronómica de la ciudad.
Foto: Mario Vázquez de la Torre / Agencia MVT / Archivo
En el centro también se ubica el Jardín Botánico Cosmovitral, considerado como el vitral más grande del mundo compuesto por más de 120 mil pedazos de vidrios en donde se puede admirar diversos ejemplares de plantas y además de relajarse ante el ambiente calmado del lugar, también se puede realizar una visita guiada para conocer la historia que conforman los miles de vitrales ordenados por el artista mexiquense Leopoldo Flores, historia que refleja al hombre y el cosmos, la dualidad entre el bien y el mal, la vida y la muerte, y la creación y la destrucción.
