TOLUCA, México, 4 de Abril.- Un estudio realizado a un grupo de 637 alumnos de 11 a 15 años de edad de diversas secundarias del municipio de Chalco revela que los hábitos alimentarios de adolescentes son en su mayoría inadecuados, pues consumen un menor porcentaje de frutas y verduras, lo cual condiciona una ingesta baja en fibra, vitamina C y A.\rEl consumo de hidratos de carbono, tanto simples como complejos, y de proteínas es excesivo, y la ingesta calórica total es baja y no cubre las necesidades de este grupo de edad, por lo tanto el tipo de dieta predispone a la obesidad y no propicia un adecuado crecimiento y desarrollo.\rAsí lo aseguraron las investigadoras del Centro Universitario Amecameca de la Universidad Autónoma del Estado de México María de los Ángeles Maya Martínez, Ana María Durán Ibarra y Alma Guadalupe García Lama, quienes llevaron a cabo un estudio de tipo prospectivo y transversal en un grupo de adolescentes para conocer el impacto de sus hábitos de alimentación en la aparición de hepatologías de mala nutrición.\rDe acuerdo a los resultados obtenidos por las especialistas de la Máxima Casa de Estudios de la entidad, los adolescentes entrevistados consumían seis veces a la semana alimentos como tortilla en 62 por ciento; aceite 63 por ciento; azúcar 54 por ciento; leche alrededor de 46 por ciento; golosinas 30 por ciento; refrescos 30 por ciento; chile poco más de 30; frituras 27 por ciento; jitomate sólo 26 por ciento, naranja 20; pollo16 y frijol casi diez por ciento.\rAnte ello, y de acuerdo a la frecuencia de consumo semanal de los distintos grupos de alimentos, se observó que la ingesta de frutas y verduras fue baja y por lo tanto existe una deficiencia en fibras y antioxidantes.\rLas profesores del CU Amecameca comentaron que la ingesta de proteínas se encuentra elevada, ya que 40 por ciento de los alumnos ingiere más de 60 gramos al día; el consumo de hidratos de carbono también se encuentra elevado debido a que 49 por ciento de los adolescentes consume 101 a 300 gramos al día; lo mismo pasa con los lípidos, donde se observó un alto consumo de ácidos grasos en las frituras.\r