Humedad pone en riesgo los bocetos del artista Leopoldo Flores

Agencia MVT / Luis Rodríguez

Toluca, México, 17 de junio de 2018.- Como un espacio dedicado a promover, investigar y difundir las más relevantes manifestaciones de la cultura y el arte contemporáneo, la Universidad Autónoma del Estado de México, creó el Museo Universitario Leopoldo Flores (MULF), que como segundo objetivo, nació para cuidar, estudiar y exhibir el acervo donado por el artista de origen mexiquense.

Dentro de todo el acervo que resguarda el recinto universitario, se encuentra una obra poco reconocida del creador, una colección de 256 bocetos realizados en servilletas y que fue expuesta por primera vez en el Hotel Biarritz de la ciudad de Toluca.

Sin embargo, por cuestiones de conservación, las servilletas se encuentran embalsamadas dentro del museo y sin exhibir, ya que las cuestiones climáticas y la luz directa pueden deteriorar los bocetos.

De acuerdo con personal del museo no se ha contemplado hasta el momento cuando podrá ser nuevamente expuesta dentro del recinto. “Aún no existe una fecha para exhibir de nuevo las servilletas y por el momento las tenemos resguardadas para su conservación”, explicó Arturo Sanjuán, museógrafo del MULF.

La obra se titula “Café y tinta” y de acuerdo a Sanjuán, estas se realizaban en los tiempos libres del artista, incluso se relata que eran creadas previo a alguna entrevista o en reuniones con amigos.

«El maestro era un amante del café y cuando tomaba algunas tazas, él trabajaba mucho estos dibujos sobre servilletas, él decía que no trabajaba bocetos pero eran ejercicios para futuros cuadro que el pintaba”, dijo.

El museógrafo recordó que el artista creador del Cosmovitral, fiel a su estilo creador, nunca dejaba de realizar obras. “Nosotros aquí lo conocimos por mucho tiempo, llegaba al museo a estar trabajando y en realidad siempre  llegaba con una libreta de dibujo, se la pasaba pintando”.

Las servilletas que datan de las décadas de los setentas, ochentas y noventas, comenzaron a crearse cuando el maestro hizo  sus estancias en París, con apoyo del Gobierno del Estado de México, realizó estudios en el Atelier de la capital francesa en el año de 1967.

En su visita al continente europeo en los años sesenta, Flores tuvo la fortuna de encontrarse al filósofo Jean-Paul Sartre dentro del café Aux deux haqots, su impresión fue tan grande que lo único que pudo realizar fue retratarlo  en una de sus tantas servilletas. La información fue escrita por el mismo artista y se conserva dentro del archivo del museo, donde relató:

“Cuando llegó a mi mesa, no me miró, sus ojos buscaban el papel donde dibujaba, yo se lo acerqué, lo contempló un segundo y sonrió. Le dije tímidamente que se lo obsequiaba; lo dobló con cuidado y lo metió al bolsillo de su saco gris, siguió caminando…. Ni siquiera me dio las gracias”.

Las servilletas se consideran en una rareza dentro del museo universitario y se convirtieron en una herramienta de trabajo cotidiano para el mexiquense. Estas fueron donadas por el artista a la Universidad Autónoma del Estado de México y algunas fueron regaladas en los cafés donde dibujaba.

Para su exhibición dentro del museo universitario, la muestra fue dividida en las secciones de antropomorfas y zoomorfas, que fueron los principales bocetos que Leopoldo creaba en sus tardes de café.

Cabe destacar que en el museo sólo se mostró una parte de la colección, mismo caso para el Hotel Biarritz, sin embargo, para  mostrar la mayor cantidad de bocetos, se optó por realizar una rotación.

 Leopoldo Flores es considerado uno de los artistas más trascendentales que han existido en el Estado de México. Escultor, muralista y pintor, su carrera ha sido prolífica. Materializó sus obras en roca, vidrio, tela, madera, nieve, vegetación incluso piel de cerdo, hechos que han diversificaron su obra a lo largo de los años.

Nacido en el año de 1934, en el poblado de  San Simonito, municipio de Tenancingo, Estado de México, se consolidó como uno de los máximos exponentes del arte figurativo en el país, con el cual ha creado un lenguaje sígnico  integrado a la pintura.

“Sus obras han intentado trastocar la razón, la conciencia y la ética, en resumen, realiza  una crítica al hombre por y para el hombre”, se menciona en su libro autobiográfico consultado en el archivo del museo.

Leopoldo falleció el 3 de abril de 2016 a la edad de 84 años. Se le reconoce por obras como «El hombre contemporáneo» (Toluca, Hotel Plaza Morelos, 1971), «Aratmósfera» (Cerro de Coatepec, 1974), «Cosmovitral» (Toluca, 1980), «El hombre contemplando al hombre» (Toluca, Palacio del Poder Legislativo, 1972 – 1983), «Alianza de las culturas» (Toluca, Alianza Francesa, 1985), «El hombre universal» (Centro de Investigación en Ciencias Sociales y Humanidades de la UAEMéx, 1989), entre muchas otras.

Martes 23 de Abril del 2024 1:30 pm