José Contreras Contreras
TOLUCA, México, 26 de Oct.- Hombres y mujeres son complementarios, la energía de uno hace grande al otro y solamente de manera conjunta son capaces de la fertilidad, no solamente sexual, sino espiritual, laboral, de metas y propósitos, sostuvo Bárbara Cynthia García y Colomé, en la conferencia Semblanza de Dos Arquetipos de la Energía Femenina, que ofreció en el Centro de Formación y Documentación del Instituto Electoral del Estado de México.
García y Colomé presentó un modelo que permite comprender y aceptar los constantes cambios que presenta la mujer, el cual se basa en las etapas de la luna, y dijo que la mujer tiene básicamente dos grandes fases, la primera de introversión, cuando lo que más le interesa es ella misma, y la extroversión, que es cuando está dispuesta a expresarse y combinarse con quienes le rodean.
Afirmó que la energía femenina está en todos los seres humanos, sin importar su sexo, y señaló que la evolución humana es resultado del equilibrio entre lo femenino y lo masculino, sin imponerse el uno al otro sino complementándose para progresar.
“Observando las fases de la luna es posible comprender los cambios en la mujer, pero eso no se puede comprender en lo intelectual sino en lo espiritual, dijo, y dejó en claro que para la fémina lo más importante son las relaciones, los vínculos, cómo se interrelaciona con los que le rodean.
En esta conferencia que formó parte del Día Naranja, el cual es celebrado el día 25 de cada mes en el Instituto Electoral del Estado de México, García y Colomé dijo que si un hombre desea saber las verdaderas intenciones de una mujer, necesita aprender a conectarse con su propia alma femenina, abandonando la razón.
“Tanto lo femenino como lo masculino se necesitan, se complementan, para pasar de un interés personal a uno colectivo”, precisó la especialistas.
Por su parte, Maritza Marín Legorreta, resaltó la importancia de mantener un vínculo afectivo permanente con la niñez, lo que se debe efectuar desde el embarazo, posteriormente en el crecimiento y en el desarrollo, entendiendo la complejidad que revisten estas circunstancias que son vitales, pues tanto las madres como los padres deben tener conciencia sobre esta situación, a fin de que en el futuro las niñas y los niños se transformen en personas de utilidad para la sociedad.