TOLUCA, México, 24 de Dic.-La investigadora Katy Rodríguez Gómez dio a conocer que, de acuerdo con datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), las mujeres efectúan en promedio, 6.5 horas de trabajo no remunerado diario, por las actividades realizadas en el hogar.\r\nKaty Rodríguez Gómez se pronunció por diseñar políticas públicas que respalden al género femenino para desenvolverse en la sociedad, más allá de su rol al interior de la familia.\r\nExplicó que la discriminación de género, la imposibilidad de tomar decisiones en materia reproductiva, la falta de espacios laborales y la carencia de políticas públicas que fomenten actividades que les remuneren económicamente, son factores que en la sociedad mexicana propician, de manera directa o indirecta, la pobreza femenina.\r\nLa autora del trabajo de investigación «¿Existe feminización de la pobreza en México? La evidencia a partir de un cambio del modelo unitario al modelo colectivo de hogar», publicado en la revista Papeles de Población, editada por la Universidad Autónoma del Estadio de México, destacó que el concepto de «feminización de la pobreza» en México no es aplicable por la significación que implica el término «feminización», a pesar de que es mayor el número de mujeres pobres en el país.\r\nLa profesora de la Universidad de Guanajuato consideró «necesaria una reinterpretación, a partir de la evidencia cuantitativa, donde se demuestra que la pobreza femenina sí es más elevada que la masculina y se encuentra en mayor proporción en los hogares encabezados por hombres»; sin embargo, dijo, no es exclusiva del género.\r\nUno de los factores que propician la existencia de un mayor número de mujeres pobres en el país, advirtió la investigadora, es la carencia de políticas públicas que apoyen la igualdad femenina o la incorporación masiva de las mujeres al mercado laboral.\r\n»Las posibilidades de inserción de muchas mujeres al mercado laboral dejan pocas alternativas, ya que se trata en su mayoría, de trabajos precarios, con ingresos sumamente bajos y escasa protección de la seguridad social; de hecho, las mujeres se encuentran sobrerrepresentadas en el sector informal».\r\nFinalmente, Katy Rodríguez Gómez aseveró que la pobreza femenina es generalmente más severa que la masculina, porque «las mujeres y las niñas en los hogares pobres consumen menos y sufren más violencia que los hombres».