Staff MVT\r\n\r\nTOLUCA, México, 27 de Oct.- Si bien es cierto, a partir de la reforma en materia de Derechos Humanos de junio de 2011, en nuestro país cambió la forma de impartir justicia para los tribunales locales y federales, la realidad que aún se vive exige avanzar hacia modelos procesales que reduzcan los tiempos de resolución de los conflictos. \r\nAhora bien, lo importante de toda reforma, es la convicción ética para que juzgadores y operadores jurídicos busquen en cada caso concreto dar a cada quien lo que le corresponde, garantizando una justicia efectiva, pronta, completa e imparcial.\r\nAsí lo señaló el Presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México, Baruch Delgado Carbajal, al participar en el Octavo Foro Internacional de Derecho, organizado por el Centro Universitario de Ixtlahuaca A.C. (CUIC), al que asistió como ponente para dictar la Conferencia Magistral «Reforma Constitucional en Derechos Humanos y Control de Convencionalidad», en el auditorio de dicho recinto educativo.\r\nDesde luego que las reformas a las leyes son importantes, pero lo más importante es la convicción ética de cada operador jurídico, dado que las reformas en sí mismas no transforman a los países, señaló el titular del Poder Judicial mexiquense.\r\nSin duda, a nuestro país le hacen falta grandes reformas. No podemos estar conformes con los tiempos en los cuales los asuntos penales se judicializan, o bien, que después de dos o tres años se dé solución a un asunto, planteó el Magistrado Presidente del TSJEM.\r\nEjemplificó que en materia familiar, donde se deba decidir sobre la guarda y custodia de menores o sobre el monto de los alimentos, sobre un régimen de convivencia, la controversia se llega a decidir después de uno o dos años.\r\nInsistió en que el retardo en la impartición de justicia es denegación de la justicia misma que se demanda.\r\nEn este sentido subrayó, tenemos grandes retos en nuestro país para transformar nuestras instituciones y seguir avanzando en los procesos de perfeccionamiento de nuestro régimen jurídico.\r\nRemarcó que no obstante, el juicio de amparo es un instrumento fundamental para la impartición de justicia, es necesario abrir nuevos escenarios en la materia, de modo que no haya tantas instancias para que se decida un asunto; es indispensable buscar cómo dar celeridad al proceso en primera, segunda instancia y en el juicio de control constitucional que representa el juicio de garantías.\r\n