Staff MVT
TOLUCA, México, 17 de Abril.- En la última década la solicitud de servicios de guardaespaldas se ha incrementado en más del 30 por ciento en México, lo que exige mayor conocimiento del sector empresarios, particulares y autoridades de gobierno de las variables informativas para elegir una eficiente empresa que provea el servicio de guardaespaldas.
Francisco Ramírez Moreno, presidente de Grupo CIOS, empresa de seguridad privada que ofrece servicios de guardaespaldas y que tiene un amplio programa capacitación para este tipo de profesionales, afirmó que los guardaespaldas requieren experiencia en diversos campos al momento de ofrecer un servicio exitoso de protección personal.
Entre otras actividades, el guardaespaldas moderno deben tener experiencia en cuestiones como: observación, conducción, primeros auxilios, artes marciales, manejo de protocolo, de agenda, idiomas, rutas de vialidad, cajeros automáticos e incluso hasta habilidades de índole doméstica.
De igual forma, especifica el experto, un guardaespaldas ideal debe ser organizado y honesto.
Consideró que nunca se debe escatimar en gastos si se trata de seguridad personal; dependiendo del tipo de protección será el tipo de personal a definir; es decir, definir si es protección ejecutiva, seguridad de talentos, protección diplomática, entre otros.
Recomendó buscar referencias públicas de las empresas que ofrecen los servicios de guardaespaldas; elegir a empresas que garanticen en la medida de lo posible agentes limpios, proactivos, inteligentes, educados y atentos a las necesidades y riesgos de sus protegidos; empresas con las que se firmen acuerdos de confidencialidad antes de proporcionar cualquier dato personal que pueda poner en riesgo al contratante.
De igual forma, en el caso específico de los guardaespaldas, es necesario verificar que éstos mantengan el perfil más bajo que puedan para hacer un buen trabajo; “cualquier guardia puede estar entrenado para ejecutar, pero la diferencia entre un excelente guardaespaldas y un guardia radica en la capacidad de planear”, aclaró.
“Un guardaespaldas no es el pistolero del custodiado, no puede salir a la calle intimidando personas, exhibiendo armas o disparando, invadiendo carriles en avenidas, ni haciendo alarde de valentía; sólo deben hacer uso de la fuerza como recurso extremo, los verdaderos profesionales de seguridad apelan a ésta como solución a casos realmente extremos”, advirtió Ramírez Moreno.
Indicó que el profesional de la seguridad debe prevenir atentados, intentos de asesinato, robos, secuestros, agresiones o desmoralización, y evitar cualquier accidente, situación embarazosa o contrariedades; conocer y aplicar en su momento acciones de primeros auxilios.
Opinó que el mejor guardia de seguridad es prudente, estudia y conoce sus limitaciones y justamente por eso tiene miedo. “Los guardaespaldas deben tener una alta escala de valores, ya que las vidas de los asegurados dependen de ellos”, recordó.
“No deben ser viciosos, consumir alcohol, narcóticos o drogas. Tener alguno de estos vicios los descalifica, ya que la mente de un guardaespaldas debe siempre estar alerta y preparado ante cualquier emergencia; no debe haber participado en actividades criminales o haber cometido alguno tipo de delito. Requiere de un expediente totalmente limpio”, dijo.
Señaló además que el guardaespaldas debe ser disciplinado, paciente, observador, minucioso y tener buena memoria, contar con excelente condición física, visión y oído agudos; no puede ser negligente, ya que un sólo error podría ser fatal; por otro lado la impaciencia lleva a cometer descuidos y errores que no se permiten.
Debe ser muy capaz y eficiente, trabajando largas jornadas sin descanso. Deben estar preparados para esta rutina apretada de trabajo que en ocasiones no es gratificante; debe conocer técnicas de combate sin armas, estar familiarizado con el uso de ellas, técnicas de tiro, estar actualizado en cuanto a equipo de seguridad como alarmas, sensores y circuito cerrado de televisión.
Por último, indicó que algunos problemas con sus protegidos pueden resolverse con diplomacia, así que nadie contratará a un guardaespaldas que no sepa comportarse o expresarse en público; deben ser reservados, discretos, auto-críticos y no entrometerse en los asuntos privados de los protegidos a menos que pongan en peligro al asegurado.
“El guardaespaldas debe estudiar la vida de su protegido y eliminar todo tipo de actividad o amenazas que afecten a su protegido, generando procedimientos y planes de seguridad; un buen guardaespaldas también debe saber trabajar en equipo y mantener una excelente comunicación con sus compañeros, ya que las personas que verdaderamente necesitan protección suelen contratar a más de un guardaespaldas”, concluyó Francisco Ramírez Moreno.