Staff MVT
VALLE DE BRAVO, México, 4 de Agosto.- Miembros de la prestigiada familia Villalpando, quienes desde hace más de 30 años operan una pensión de lanchas en el muelle de la laguna de Valle de Bravo, marcharon por calles de este pueblo turístico y luego protagonizaron un mitin en el kiosco central de la localidad, para denunciar una serie de maniobras de autoridades estatales que, acusaron, tienen el objetivo de despojarlos de su propiedad.
Benjamín Arturo Villalpando Téllez, a nombre de la familia afectada, explicó que el pasado 29 de julio llegó hasta su predio, donde viven y donde trabajan desde hace tres décadas, un grupo de supuestos representantes del Gobierno del Estado de México, junto con más de diez policías estatales con armas de grueso calibre, para presentarles una copia de la Gaceta de Gobierno, en la cual supuestamente se publica la orden de desalojo en su contra.
Señaló que el argumento de la autoridad tiene que ver con el hecho de que su casa, donde también está la pensión de lanchas, obstruye el paso de la gente hacia la laguna de Valle de Bravo, lo cual, aseguró, es mentira.
Villalpando Téllez añadió que ese día los supuestos representes gubernamentales y los policías estatales, armados, encerraron a miembros de su familia y se apostaron en las puertas de modo que nadie entrara ni saliera hasta que presuntamente firmaran una carta en la que se comprometían a desalojar ese mismo día su propiedad, sin liquidación de por medio y mucho menos algún tipo de viso judicial previo.
“Nosotros no firmamos, ni vamos a firmar, porque esta propiedad no está en venta y mucho menos vamos a permitir que nos despojen de ella. Esta ha sido la casa de mi familia desde hace más de 30 años; han sido por lo menos tres generaciones de mi familia las que han vivido aquí, y ahora no vamos a permitir que autoridades abusivas se apoderen de ella”, advirtió.
Comentó que previo a esa maniobra, hace algunas semanas una empresa privada que pretende realizar en esa zona de Valle de Bravo un desarrollo comercial y residencial, ofreció un curso o plática en el que presentaron un proyecto que pretendía afectar precisamente su predio y uno contiguo.
Aclaró que en el terreno continuo al suyo vive un hombre solo de 88 años, al cual sí le tiraron la casa con maquinaria pesada, y no pudo defenderse por su avanzada edad, por lo que casi se infartó al verse en desventaja ante tal abuso.
“Lo único que nosotros le pedimos a la autoridad correspondiente es que nos dejen en paz, que respeten nuestra propiedad, y que se vayan a otro lado a tratar de vender tierras que no son suyas”, finalizó.