Agencia MVT/ Staff
TOLUCA, México, 4 de Marzo.- La exposición a metales tóxicos, como plomo, mercurio, berilio, bario, cadmio, cobre, manganeso, níquel, estaño, vanadio y zinc, a través de la ingesta de animales contaminados, puede provocar síntomas de intoxicación y la repercusión negativa en los ecosistemas y en la salud del ser humano, pero también relacionarse con problemas de salud, como retraso en el desarrollo, varios tipos de cáncer, daños en el riñón e incluso, la muerte.
El especialista del Centro de Investigación y Estudios en Salud Animal (CIESA) de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Autónoma del Estado de México, Benjamín Valladares Carranza, destacó que hoy se conoce más sobre los efectos de estos elementos.
Por ejemplo, detalló, la relación existente entre los niveles elevados de mercurio, oro y plomo y el desarrollo de dolencias en articulaciones y el riñón, tales como la artritis reumática y trastornos del sistema circulatorio o nervioso central.
El académico refirió que las posibilidades de contaminación metálica en el ambiente son numerosas, pues de los 106 elementos conocidos por el hombre, 84 son metales.
Valladares Carranza enfatizó que la contaminación del agua es difícil de detectar y que no es suficiente que el vital líquido no tenga olor y sea claro para que se considere libre de contaminantes.
“El proteger las fuentes de agua de la contaminación y mantener un abastecimiento de agua de alta calidad juegan un papel fundamental en los esfuerzos por proteger la salud pública, asegurar una buena calidad de vida y proveer un desarrollo sustentable”.
Benjamín Valladares Carranza concluyó que se debe tener presente que los metales son materias naturales que han desempeñado un papel fundamental en el desarrollo de las civilizaciones; sin embargo, el problema surge cuando prolifera su uso industrial, y su empleo creciente en la vida cotidiana termina por afectar la salud, considerando que estos pueden permanecer en el ambiente durante cientos de años.
