TOLUCA, México, 20 de Oct.- Un enfermo crónico-degenerativo altera la dinámica funcional del núcleo familiar, pues si el paciente es el jefe de familia, los dependientes de él resienten el ingreso económico.\rTambién la persona que lo asiste descuida su empleo con riesgo de perderlo y por consecuencia sus percepciones financieras son insuficientes para cubrir los gastos de la casa, viáticos de transporte, alimentación y hospitalarios, además de que el modelo de salud en México no está diseñado para enfermos crónicos.\rLa anestesióloga Celina Castañeda de la Lanza indicó que en nuestro país existen nueve millones de diabéticos, problema metabólico que condiciona a insuficiencia renal, neuropatía diabética, retinopatía diabética, hipertensión arterial y la mayoría de los individuos cursa en etapa terminal.\rActualmente, el Estado de México ocupa el segundo lugar tasa de mortalidad por cáncer, solo por debajo del Distrito Federal, Jalisco ocupa el tercero y Nuevo León el cuarto.\rMientras que en edad productiva a diario mueren mexicanos por cáncer cervico-uterino, de mama y próstata.\rAnualmente en el mundo fallecen 75 personas por enfermedades oncológicas y de esta cifra, el 80 por ciento están en fase terminal.\rEn 1975 el cáncer en el mundo ocupaba el sitio 18 como causa de muerte, en la década de los 80 descendió al quinto peldaño y en los 90 era la segunda causa de mortandad.\r