TOLUCA, México, 4 de Junio.- Con la intención de ejercer el derecho a la salud, los particulares deben entregar diversos datos personales, que forman parte de su expediente clínico, lo que permite al personal médico reducir considerablemente el margen de error durante el tratamiento de los pacientes; sin embargo, es indispensable que esta información se maneje con estricta confidencialidad, para evitar cualquier daño a la privacidad.\r\nAsí lo dio a conocer, Myrna García Morón, comisionada del Instituto de Transparencia y Acceso a la Información Pública del Estado de México y Municipios (Infoem).\r\nTras una capacitación realizada en el Hospital Regional de Alta Especialidad de Zumpango, la comisionada García Morón puntualizó que las personas cuyos datos personales figuran en las bases de datos de los organismos de salud pública pueden ser observadas sin su consentimiento, pues se trata de información que permite identificarlas.\r\nEsta situación, indicó, es particularmente sensible puesto que al acudir a las instituciones sanitarias, éstas recaban datos sobre el estado de salud, los hábitos alimenticios, las rutinas de ejercicio e, incluso, la conformación genética de los individuos, cuya revelación deriva en un atentado contra su integridad.\r\nAsimismo, hizo referencia a la importancia de almacenar correctamente los datos personales de los pacientes, a fin de impulsar el óptimo funcionamiento del sistema de salud, puesto que la consulta de información fidedigna permite al personal médico actuar con mayor seguridad y brindar un mejor servicio a la comunidad. «\r\nPor ejemplo, algunas religiones prohíben las transfusiones sanguíneas, lo que podría poner en aprietos al especialista, si la creencia religiosa que profesa el particular no se encuentra asentada en el historial clínico.\r\n»Ante la magnitud de la información sensible contenida en los expedientes, estas instituciones están obligadas a tratar los documentos con los más altos niveles de privacidad», puntualizó.