TOLUCA, México, 12 de Abril.- El delito se ha convertido en un «asunto de familia», apuntó el Procurador General de Justicia del Estado de México, Alfredo Castillo Cervantes.\r\nExplicó que cada vez son más los casos de bandas en las que participan personas de una misma familia, quienes ven en el delito una presunta forma de hacer «dinero fácil» para enfrentar su situación económica.\r\nCon la desintegración de las redes delictivas, se ha dado el fenómeno que uno o dos de los miembros no son capturados, y éstos, para rehacer su actividad, invitan a sus familiares cercanos a participar en extorsiones, secuestros o robos, que son los delitos más comunes.\r\nEn las últimas presentaciones de grupos delictivos encabezados por el Procurador General de Justicia, ha sido común observar hasta cuatro miembros de los mismos apellidos, con relación consanguínea de primero, segundo y hasta tercer grado.\r\n»Esta conducta se repite cada vez más. Estamos encontrando grupos delictivos en los que están involucrados hermanos, podres e hijos, y por supuesto primos que actúan en redes criminales», acotó el Procurador.\r\nEl abogado de los mexiquenses señaló que también en las bandas dedicadas a la distribución y venta de drogas se hacen presentes los lazos consanguíneos, y atribuyó el hecho a que estas personas requieren «gente de confianza» para que les ayuden en sus actividades ilegales.\r\n»El delito tiende a implicar a familias enteras que creen que el secuestro, las extorsiones o el robo son cosas fáciles en las que podrán encontrar una fuente de ingresos fáciles, y así se van desarrollando cadenas delictivas que quedan al descubierto cuando atrapas a uno o dos de ellos y, a su vez, te llevan al resto de la familia que actúa», concluyó.