TOLUCA, México, 10 de Enero de 2011.- Entre las principales amenazas que el Estado de México afronta debido al calentamiento global y el cambio climático, está el encontrarse en situación crítica por la presión del recurso agua, que será mayor a 80 por ciento para el 2025, debido a la creciente demanda que se genera en los usos agrícola y público-urbano.\r\nDatos del Instituto Nacional de Ecología señalan que por efectos del cambio climático, en el último siglo la temperatura promedio del planeta aumentó casi 0.6º centígrados, y se espera que en promedio, la tierra se calentará entre 2 y 5.8º con respecto a finales del siglo XX, dependiendo de los patrones de desarrollo de la humanidad y de la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero.\r\nPara el caso del Estado de México, destaca el escenario previsto para el año 2020, en el que se prevé que la precipitación total anual disminuya entre cinco y diez por ciento, y que la temperatura media anual se incremente entre 1.2 y 1.8 grados centígrados. \r\nLas condiciones de vulnerabilidad de la entidad se deben también a la alta concentración demográfica, los procesos de industrialización, el incremento de los vehículos automotores y el aumento de población con niveles de pobreza altos.\r\nComo resultado de la disminución de las lluvias, se estima que la erosión eólica del suelo en el Estado de México aumentará durante el periodo seco del año, teniendo un riesgo potencial severo de hasta 76 por ciento, un riesgo moderado de 20 por ciento y en caso extremo de cuatro por ciento. Estos valores implican una pérdida de suelo de hasta 25 toneladas al año.\r\n