TOLUCA, México, 1 de Feb.- La crisis pegó también en la venta de los «niños Dios» y muestra de ello es que a un día de la celebración del Día de la Candelaria, quienes los comercializan, visten y resanan disminuyeron sus ventas hasta en 50 por ciento, en comparación con años anteriores\r\nEl 2 de febrero, Día de la Candelaria, constituye el final del periodo navideño, pues es cuando el Niño Jesús fue presentado en el templo por sus padres, según la costumbre judía. Este día se hace el «levantamiento del Niño Jesús», que consiste en llevar la imagen a bendecir, así como levantar y quitar todas las figuras de los nacimientos para guardarlas hasta la próxima Navidad.\r\nTanto los que venden «niñitos» como aquellos que los visten y los propios sastres siguen lamentando que el ayuntamiento de Toluca, en la pasada administración, haya reubicado el Mercado Juárez.\r\nAhora cada día sólo dos o tres clientes son los que compran y por si fuera poco siempre les regatean», dijo Patricia Manzano, quien desde hace 25 años cose y teje ropa para el Niño Dios.\r\nAfirma que aunque no cree que esto tenga que ver con pérdida de la fe, sí se debe a los estragos de la crisis económica, toda vez que las sillitas de madera que cuestan entre 60 y 96 pesos ya no se venden como antes.\r\nEn el negocio de Paty, está ubicado en la Alameda de la capital mexiquense al igual que un promedio de 50 establecimientos más, el costo de sus «vestiditos», va de 50 hasta 300 pesos, puesto que el tamaño del más grande es como de un bebé real recién nacido.\r\nPara el restaurador «Islo», como todos lo conocen, la situación ya no es como antes, donde «nadie se daba abasto», en vísperas del Día de la Candelaria.\r\nDurante más de 20 años el «Islo» se ha encargado de ponerle las manitas, los piecitos, la cabeza o las pestañas a los niños Dios que por algún motivo recibieron lesiones. \r\n»No es nada sencillo, tenemos que armar la parte del cuerpecito que les falte con yeso», le dijo a una de sus clientas quien insistió en que era necesario que tuviera completo al Niño Jesús en no más de media hora.