TEXCOCO, México, 11 de Feb.-Luego que 300 vecinos clausuraron con cadenas y candados la Parroquia de San Bernardino el pasado viernes, la diócesis de Texcoco tomó la decisión de remover de su cargo al padre Amancio Pavón Quiroz, e informó a los inconformes que el párroco sólo regresará a entregar el inmueble y a llevarse sus pertenencias.\r\nSegún los feligreses, a su llegada hace tres años, cuando el sacerdote oficiaba la misa ofendía a los pobladores diciéndoles borrachos, ladrones o malos comerciantes y la misa sólo servía para recibir insultos.\r\nEmilio López, Antonio Martínez, Germán Alvarado y René Álvarez, dijeron que la irritación llegó al límite cuando el cura empezó a intervenir en los preparativos de la fiesta patronal del cuatro de marzo, que los vecinos celebran en honor al Señor de Tepalzingo, pues estaba en contra de los gastos excesivos, por lo cual no aprobó los juegos de pirotecnia ni la celebración con bandas de música, pues en una misa dijo que «Dios no quiere música o cohetes».\r\nLos habitantes decidieron cerrar la parroquia para impedir al padre Amancio regresar al recinto religioso, pues en fechas pasadas ya se había solicitado a la diócesis de Texcoco su remoción por inmiscuirse en los usos y costumbres de la comunidad.\r\nExplicaron que el padre Amancio pretendió intervenir en los comités para que le rindieran cuentas, quizo manejar a las cuadrillas de los casi 120 Santiagos y cobrar las cuotas que eran de aproximadamente 300 pesos por cada uno. Pedía manejar los recursos y asumir los gastos de alimentos, del consumo de energía y servicios.\r\nAnte esta situación la diócesis decidió no confrontarse con la población y anunció la remoción del padre Amancio, el cual acudirá por última ocasión a la Parroquia de San Bernardino para llevarse sus pertenencias, luego se hará un inventario de los bienes inmuebles y una revisión del estado que guardan las finanzas, indicaron los vecinos de la comunidad.