COCOTITLÁN, México, 30 de Dic.- Un observatorio prehispánico que existió en la parte más alta del cerro de Cocotitlán está a punto de desvanecerse, debido a que los 90 petrograbados que existen en las rocas prácticamente desaparecen por el constante deslave de las figuras que no han sido protegidas por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).\r\nSaúl Gutiérrez Martínez, representante de la Organización de Cultura «Cocotepetl», indicó que en la cima de este cerro que se localiza en la cabecera municipal fue una fuente astronómica para los antiguos habitantes, ya que las figuras grabadas en roca dan muestra que los antiguos Cocotitlenses estudiaron el cielo.\r\n»Principalmente existe un 45 por ciento de las figuras del Dios Tláloc, ya que se pueden todavía apreciar cuando le da la sombre del sol, así mismo el resto de los petrograbados, son de otras deidades, que son una gran muestra que en este sitio sagrado fue una fuente tanto astronómica como científica», destacó Gutiérrez Martínez.\r\nPor otro lado, manifestó que con el paso del tiempo estas figuras apenas se logran percibir en las rocas, ya que se necesita mucho dinero para su preservación, por lo que se pidió al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) que se avoque a preservar esta parte cultural de Cocotitlán.\r\nEl cerro de Cocotitlán es un antiguo observatorio que junto con el cero de Teconzingo en Texcoco y los volcanes Iztaccíhuatl y el Popocatepetl, eran utilizados por las antiguas civilizaciones para hacer estudios astronómicos.\r\nPor otro lado, Saúl Gutiérrez Martínez recordó que el muro que mandó a tirar el ex presidente municipal, Miguel Florín, era parte de un basamento piramidal y está documentado; sin embargo, el INAH, «no ha querido o no ha podido hacer nada para aclarar los hechos».\r\nEl ex presidente municipal, «por mala suerte o por ignorancia, mandó a tirar más de 300 metros del muro prehispánico».