México, D. F., 11 de Sep.- Las naciones que recurren a la violencia encuentran con frecuencia que esta conducta les genera situaciones indeseables, dijo Su Santidad el XIV Dalai Lama, Tenzin Gyatso, al impartir la conferencia «Hallando la felicidad en tiempos difíciles».\r\nAnte miles de personas que desde temprana hora se dieron cita en el Estadio Azul de la capital mexicana, el máximo líder espiritual del Tíbet y Premio Nobel de la Paz 1989 resaltó que todos debemos reflexionar en torno a la violencia y a las consecuencias de dañar constantemente a los demás, pues esta conducta siempre resulta negativa.\r\nSe pronunció por dar mayor importancia a los valores humanos, pues socialmente hemos promovido el desarrollo material y descuidamos el desarrollo de cualidades y principios como la compasión, el amor y el desapego que, si desarrollamos correctamente, colectivamente, pueden sernos muy provechosos y benéficos.\r\nEn la conferencia realizada el mismo día en que se conmemoró en Estados Unidos el décimo aniversario de los atentados en contra de las Torres Gemelas de Nueva York, destacó que en un sentido elemental todos los seres humanos somos iguales, pues todos buscamos ser felices, pero son las diferencias geográficas, religiosas, e incluso el pertenecer a grupos diferentes, las que nos impiden comprender que vivimos en un mundo totalmente interdependiente.\r\nMencionó que estas grandes diferencias son las que dan paso a problemas como la guerra, y esto es algo que no se debe perder de vista. También se pronunció por comprender que hoy en día el mundo está más unificado y que las fronteras geográficas ya no tienen tanta importancia en el momento en que percibimos que los problemas que afronta la humanidad tienen efectos globales, como es el calentamiento del planeta.\r\nAcompañado por representantes de otras religiones, el líder espiritual del pueblo tibetano reiteró que a lo largo del siglo XX el mundo cambió y hoy puede decirse que ha mejorado significativamente; sin embargo, hay que tener una noción muy clara de la realidad para percatarnos que el sufrimiento es generado por nosotros mismos.\r\nUna buena manera de revertir esta tendencia es desarrollando lo que los budistas llaman la «calidez del corazón», que no es otra cosa que ser lo suficientemente conscientes para desarrollar sentimientos más compasivos y preocuparnos más por los demás y así erradicar conductas negativas como el egoísmo.\r\nEn su charla, el Dalai Lama se pronunció por una mayor tolerancia religiosa, pues los líderes de las distintas iglesias del mundo han coincidido desde la década de 1980 en que todas las doctrinas tienen la misma esencia, que es fomentar el corazón cálido de las personas a través de su propia disciplina, si bien hay quienes siguen sin aceptar esta postura.\r\nPuso como ejemplo a la India, donde desde hace unos tres mil años han existido distintas religiones, cuyos seguidores han aprendido a coexistir y a respetarse unos a otros, dando como resultado que la Constitución de esta nación tenga sólidas bases seculares que dan la debida importancia a los deberes y cualidades que permiten a las personas ser mejores y más felices.