Agencia MVT / José Contreras Contreras
TOLUCA, México, 9 de Diciembre.- Pese a ser uno de los monumentos históricos más importantes de la capital mexiquense, por lo tanto de los más vigilados por la autoridad, el Cosmovitral de Toluca es objetivo constante de vandalismo, principalmente a través de pintas, llamadas por algunos graffiti, que no solamente ensucian la imagen urbana sino que deterioran el inmueble que data de la década de los años veintes.
El edificio que alberga el jardín botánico es una estructura Art Nouveau de hierro forjado construida durante el Porfiriato, a principios del siglo XX, para alojar al Mercado 16 de septiembre. El diseño plástico de este gran vitral es obra del artista mexiquense Leopoldo Flores.
El Cosmovitral de Toluca, considerado el más grande del mundo, se encuentra en un hermoso edificio que se construyó como parte de las acciones conmemorativas del Centenario de la Independencia, para ser utilizado como mercado.
Al estallar la Revolución Mexicana, y por otras eventualidades, el mercado 16 de Septiembre fue inaugurado hasta 1933, funcionó por aproximadamente 40 años y, cuando fue reubicado en un espacio más amplio, el destino del edificio se resolvió a favor del vitral diseñado por el artista mexiquense Leopoldo Flores, quien plasmó en él la confrontación eterna entre el bien y el mal, la luz y la oscuridad, la dualidad de ángeles y demonios.
Por ubicarse en pleno centro de la ciudad de Toluca, el Cosmovitral es objetivo de vigilancia de la policía municipal de la capital mexiquense, pero también de la Comisión Estatal de Seguridad Ciudadana.
A pesar de ello, constantemente es vandalizada por personas y grupos que intentan “ganar espacios” con pintas que en ocasiones son mensajes de advertencia o retos entre pandillas que operan en los barrios de la zona norte de Toluca, como El Cóporo, La Retama y el propio entorno del actual mercado 16 de Septiembre.
Las pintas implican un gasto considerable para la autoridad municipal, responsable de la constante limpieza y restauración del inmueble.
Para ello, debe lavarse el área afectada, luego aplicar sustancias que reducen la pintura sin dañar la piedra, y posteriormente repintar y barnizar.
