Agencia MVT / Ingrid Ahumada Mañon
Toluca, México, 7 de Junio de 2018.- La UAEMéx rindió un homenaje póstumo al artista Fernando Cano Cardozo.
En una ceremonia de cuerpo presente, se rindió homenaje al tambiéndoctor Honoris Causa por la máxima casa de estudios, luego de su fallecimiento la tarde de este miércoles.
El rector de la autónoma mexiquense, Alfredo Barrera Baca, recordó el reconocimiento que le brindaron en vida con el doctorado y se unió a la pena de sus deudos, pues dijo se ha ido una persona inmejorable en su amistad.
«Nunca se rindió para materializar los sueños ni dejo de imaginar uno mejor. Nuestra comunidad se lamenta por está perdida de un compañero ejemplar
universitario en la generosidad de su docencia, en su libre y fecunda imaginación».
«Esto no es un réquiem Fernando, sino un hasta siempre agradecido de la comunidad sincera que desde ahora ya te extraña», añadió.
Por su parte, Juan Fernando Iván Cano Sánchez, hijo mayor del maestro, expresó su sentir frente a la comunidad universitaria y dijo no estar triste, sino orgulloso de su padre a pesar de ser una gran pérdida para su familia y la UAEMéx.
«Fue un hombre con mucho más virtudes que defectos, fue un hombre que nos enseñó muchos valores, obviamente no solo él, en compañía de mi madre nos enseñaron muchas cosas positivas», comentó.
Agradeció a todas las personas que se han involucrado, otorgado palabras de ánimo y las muestras de cariño en torno a la muerte de su padre, cariño que expresó es demostrado al artista, su vida y legado.
También Juan Ignacio Cano Sánchez, hijo menor del artista, pidió ayuda de una persona para leer las palabras de su padres, pues no podía contener el llanto por la pérdida. Lo calificó como un hombre de gustos bohemios y sencillos, aventurero y formador.
«Hombre formador pues cuando nos trajo a vivir a Toluca nos ponía a arreglar el terreno donde vivíamos, nos enseñó con mucho coraje a usar la pala y el pico, en sus manos se veía muy fácil y en su guía así lo fue», decía la carta.
Finalmente añadió que fue un «hombre de charla amena, cigarro en mano y ron en la otra».
Finalmente su esposa Martha Elías Gómez Millán, entre lágrimas agradeció la presencia de los presentes y a quien llamó el gran compañero de vida que tuvo.
«30 años de jalar el barco para el mismo puerto donde aprendí, según lo que él me decía, que el amor es más allá de lo que el amor puede otorgar físicamente».
«El tenía mucho talento se podía verdaderamente presumir que era un hombre muy trabajador y muy talentoso, últimamente se cansaba, tenía prohibido usar herramienta, se aburría, se desesperaba, pero aún así dejo mucha obra porque descansaba modelando en adobe, en cera», señaló.
«Haciendo un trabajo de escultor tal vez duro tenía un corazón noble, desinteresado, jamás pidió nada. Puedo decir que 30 años junto a él tuvo sus altibajos, pero si el amor no es pagar, querer, venerar a alguien tan especial como fue Fer, entonces no sé qué es el amor», concluyó.
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