Agencia MVT/ Karina Salgado
TOLUCA, México, 21 de Febrero.- Más de 59 años de su vida ha dedicado don Víctor Salinas Reyes al añejo oficio de afilar cuchillos; desde los 12 años recorre las calles del Valle de Toluca en busca de clientes.
Nacido en San Pedro Totoltepec, al norte de la capital mexiquense, don Víctor relató que se dedicó a este oficio cuando su madre murió y él solamente tenía 12 años de edad, lo que lo orilló a abandonar sus estudios y buscar ganar unos pesos para sobrevivir.
Poco después del fallecimiento de su madre, Víctor sufrió otra pérdida, pues fue abandonado por su padre, quien decidió hacer otra vida sin importar que el entonces menor de edad no tuviera siquiera para comer.
A sus 71 años de edad y 59 años de ejercer este oficio, todavía recorre diariamente 30 kilómetros, para visitar a clientes en municipios como Toluca, Metepec y Zinacantepec.
Actualmente ofrece sus servicios principalmente en tiendas departamentales y restaurantes, donde cobra entre 100 y 120 pesos por afilar juegos completos de cuchillos, de entre 7 y 10 piezas.
Gracias a este empleo ha sido capaz de fundar un hogar, de ver crecer a sus hijos, de brindarles educación básica, y sobre todo de nunca repetir la historia y mantenerse firme al frente de su hogar.
Salinas Reyes explicó que este oficio le ha permitido salir adelante, a pesar de sus condiciones sociales y educativas que lo limitaron a buscar otras alternativas laborales, que pudieron posicionarlo en otro estatus socioeconómico.
«Gracias a Dios todavía tengo fuerzas para seguir trabajando en mi triciclo, ha sido una chamba muy difícil, ya que desde los 12 años tuve que buscar el pan de cada día, y por enseñanza de mis amigos allá en la Ciudad de México aprendí esto de la afilada, trabajo que me ha permitido mantener a mis hijos y mi humilde casa», dijo.
Explicó que el triciclo con el que se transporta todos los días para trabajar fue elaborado por el mismo, adaptando cada una de sus piezas conforme a sus necesidades, siendo una bicicleta la principal herramienta que le ha permitido salir adelante y mantener su fuente de empleo.
A pesar de las inclemencias del tiempo o condiciones de los caminos que recorre, mantiene firme la convicción de llevar dinero a su hogar para cubrir los gastos que se requieran, principalmente para sacar adelante a sus dos hijos.
