José María Jiménez\r\n\r\nTEMASCALCINGO, México.- Vestidos de blanco y con el rostro cubierto, alrededor de 400 hombres recorrieron descalzos las principales calles del centro del municipio de Temascalcingo cargando cruces con un peso de hasta 120 kilos.\r\nOthón López, presidente de la hermandad de crucíferos, comentó que los participantes en este que llaman «acto de devoción» lo hacen por voluntad propia o para cumplir alguna una manda.\r\nLos crucíferos inician su recorrido de poco más de tres kilómetros desde el atrio del Templo de San Miguel y lo concluyen en ese mismo punto, donde presencian la crucifixión de Cristo.\r\nSeñaló que esta tradición de representar la pasión y muerte de Jesús acompañada por los Crucíferos, inició desde 1887 y en el año de 1902 se conformó la hermandad que desde ese entonces realiza la procesión año con año.\r\nEsta «penitencia» como la llaman los participantes, comienza para ellos el miércoles de ceniza, cuando bajan más de 120 cruces que se mantienen resguardadas todo el año en distintas comunidades alrededor del municipio; y finaliza con el recorrido en la representación de la muerte de Cristo en la cabecera municipal de Temascalcingo.\r\nAlgunos de los participantes señalaron que formar parte de la celebración les ayuda a ser mejores personas y a reflexionar sobre su forma de actuar día con día.\r\nAdemás, aseguraron que el calor, el peso de la cruz y el caminar por las calles resistiendo altas temperaturas son sacrificios que soportan motivados por la fe.\r\nAsistentes a la celebración comentaron que ésta es única en el Estado de México, por lo concentra a cientos de visitantes provenientes de distintos municipios de la entidad quienes con asombro observan cómo en silencio y con disciplina, niños desde los cinco años hasta personas de la tercera edad, además de cargar la cruz en sus espaldas se golpean con cuerdas en el cuerpo para sentir el sufrimiento que Cristo padeció hasta que murió en la cruz.