TOLUCA, México, 6 de Enero de 2011.- Aunque el fenómeno de la tala clandestina ha disminuido en los últimos años, hay lugares en donde la presión de la urbe se mantiene como uno de los principales problemas para la conservación de las zonas forestales, como es el caso de Villa del Carbón, Chapa de Mota y Morelos, entre otros municipios, afirmó Oscar Zárate Arenas, subgerente regional de la delegación estatal de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR). \r\nPor ello, los corredores del Izta-Popo han sido blindados mediante la conformación de ordenamientos territoriales, con el fin de impedir el avance de la mancha urbana a zonas de vocación forestal, actividad que ha superado incluso a la tala clandestina. \r\nFrente a esta amenaza, dijo, se ha conformado una serie de ordenamientos territoriales que permitirán a las autoridades establecer los límites de crecimiento urbano y evitar la degradación de los bosques de la región. \r\n?La tala ha sido un fenómeno que afortunadamente ha disminuido en el Estado de México, pero la parte más conflictiva es controlar el cambio del uso de suelo, hacer los ordenamientos territoriales y zonas con motivo de mucha presión de crecimiento, por lo que hemos trabajado en tomar en cuenta la parte forestal como una línea importante?, explicó Zarate Arenas.\r\nNo obstante, refirió que las superficies forestales en los municipios antes mencionados ya se han recuperado por las intensas jornadas de reforestación llevadas a cabo, y aunque hay presiones urbanas importantes también los terrenos planteados para ser reforestados se han ido recuperando. \r\nPor ello, en coordinación con la autoridad estatal llevará a cabo un censo de las regiones que se han ido recuperando de forma paulatina en los últimos años, lo que será realizado a través de la observación satelital y recorridos a pie.\r\n\r\n