TOLUCA, México, 23 de Feb.- Paulina Gamallo Chaine, investigadora de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), dio a conocer que hay un severo incremento de aguas negras a cielo abierto en algunos municipios del Estado de México, entre ellos Tultitlán, lo que genera acumulación de sólidos y malos olores.\r\nEsta situación genera daños graves y problemas como la pérdida de fauna y flora natural, debido a la destrucción del hábitat y a los procesos de deforestación.\r\nAgregó que el inadecuado uso del suelo en Tultitlán ha provocado diferentes niveles de afectación y riesgo, tanto ambiental como a la población.\r\nPor tanto, es necesario que las autoridades implementen un plan de rescate del suelo, el cual podría iniciar con una campaña de reforestación en diversos puntos del territorio municipal.\r\nLos problemas de impacto ambiental, dijo, se han presentado en esa demarcación a partir del proceso de urbanización que se vivió desde la década de 1960, el cual originó la erosión hídrica ocasionada por la falta de vegetación, contaminación de suelos por el tiradero municipal -ubicado en las faldas de la Sierra de Guadalupe- y escurrimientos de agua hacia las partes bajas.\r\n