NEZAHUALCOYOTL, México, 29 de Julio.-Por falta de un rastro, expendedores de carne procesan el producto en la vía pública y la matanza la realizan en sitios clandestinos, desde que el gobierno local clausuró el rastro municipal en el 2006, reconoció Josué Nava Reyes, regidor del ayuntamiento.\r\nExplicó que mucha de la carne también la traen de otros municipios, incluso del Distrito Federal, y «por supuesto que en muy mal estado, ya que no tienen ni cámaras de refrigeración».\r\nEl regidor estableció que se necesita invertir en un rastro, ya que tan sólo en Nezahualcóyotl hay más de 600 carnicerías y miles de puestos de tacos que se surten de esa carne que se procesa en la vía pública y en mataderos clandestinos.\r\n»Hay más de cinco mil puestos de tacos en Nezahualcóyotl y todos van en su mayoría a comprar la carne ahí a estos rastros, que son rastros clandestinos, minis obradores», expresó.\r\nPidió a los que venden esta carne sin verificar su calidad, que piensen en los niños, en las familias, ya que «cuando una carne está en mal estado, pueden llevarlos incluso hasta la muerte».\r\nLos expendedores de carnes que se quedaron alrededor del antiguo rastro en la avenida Rancho Grande en la colonia Benito Juárez, aún siguen con sus ventas, a pesar de no tener equipo para refrigerar el producto cárnico.\r\nCandelaria Navarro, una de las expendedoras de carne de borrego en Nezahualcóyotl, reconoció que las matanzas son clandestinas y la venta al aire libre: «Estamos aquí sobre el camellón, y para la carne no es muy conveniente que este a la intemperie».\r\nJorge García Romero, Jefe de la Jurisdicción Sanitaria en Nezahualcóyotl, manifestó que la mayor parte de los negocios tienen cámaras de refrigeración, pero el riesgo es que también el producto se procesa a la intemperie en algunos lugares.