METEPEC, México, 29 de Octubre.- Sollozos de un niño en la Casa del Diezmo, un charro en el Cerro de los Magueyes, y bolas de fuego en el aire, son parte de las leyendas tradicionales de Metepec, que durante la celebración del Día de Muertos cobran vida entre sus habitantes. \r\nLa cronista municipal de Metepec, Bertha Balestra Aguilar, consideró que la tradición oral es parte de la riqueza cultural de los pueblos, y en este municipio no es la excepción, ya que se cuentan varias historias de espantos que han pasado de generación en generación. \r\nComentó que la gente cuenta que han visto y escuchado a un niño que llora y pide ayuda todas las noches desde la ventana de la Casa de El Diezmo, esta construcción que se encuentra atrás de la parroquia de San Juan Bautista y que era donde se recibían las mercancías que los feligreses donaban a la iglesia, después fue casa de un sacristán y ahora oficinas de una asociación civil. \r\nLa cronista relata que hay gente asegura incruso haber tomado fotografías de un niño que en las noches se asoma a la ventana a pedir ayuda y llorar y que verlo causa escalofríos.\r\nOtra de las leyendas arraigadas de Metepec es la que cuenta que en el Cerro de los Magueyes hay unas cuevas que conducen a un lugar donde el diablo tiene guardados su tesoros, pero quien entra ya no sale. \r\nDijo que la gente habla que a veces el diablo sale vestido de charro o de arriero para poner tentaciones a los pobladores para que se vayan con él a compartir sus tesoros dentro de la cueva. \r\nBalestra Aguilar contó que una de los relatos más conocidos por la gente de Metepec narra que en las noches de pueden ver bolas de fuego en el aire, que dicen, son brujas que van volando.