Luis Ayala Ramos\r\n\r\nSAN SALVADOR ATENCO, México, 31 de Julio.- Presionada por el hostigamiento a su padre, presidente del Comité de Agua del pueblo de Nezquipayac, su hija, Gisel, de 20 años, intentó quitarse la vida, pero su novio la convenció de no arrojarse de un tanque elevado.\r\nTodo se originó porque la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) suspendió el suministro al pozo de Nexquipayac, debido a un adeudo.\r\nHabitantes de la comunidad reunieron 60 mil pesos y se los dieron a Orlando Díaz Pérez, presidente del comité de agua de la colonia Benito Quezada, para que pagara la deuda y se restableciera el suministro.\r\nSin embargo, el servicio no se normalizó y las acusaciones en contra de Orlado Díaz aumentaron.\r\nUn nuevo comité se formó, encabezado por Hortensia Hernández, ante la ausencia del presidente del comité de agua potable de la colonia Benito Quezada.\r\nLos vecinos insultaban a los familiares de Orlando Díaz en la calle o en su domicilio para que regresaran el dinero o para que restableciera el suministro.\r\nEsta presión y reclamos metieron en una crisis emocional a Gisel, la hija de Orlado Díaz Pérez, quien se subió al tanque elevado e intentó arrojarse. Fue rescatada cuando llegó su novio y subió por ella para convencerla.\r\nSegún los colonos, Orlando Díaz Pérez, hizo cobros excesivos y vende tomas de agua de manera ilegal en las comunidades La Purísima, Purísima Sur, Purísima Norte, Chileleco, Tierras Nuevas, Salinas y Benito Quezada.\r\nLos inconformes señalaron que Orlando Díaz funge como presidente del comité del pozo de agua La Conchita, y que hasta el momento ha hecho la venta ilegal de tomas clandestinas a 105 familias, cobrándoles a cada uno de 10 mol hasta 15 mil pesos; por lo que, los habitantes de las 7 comunidades afectadas exigen que el señor entregue cuentas de los ingresos.\r\n