TOLUCA, México, 5 de Junio.- El arte y la tradición se combinan en sus manos, la señora es Amalia Martínez, originaria del municipio de Villa de Allende; lleva más de 30 años elaborando la tradicional muñeca mazahua, una artesanía que se está en peligro de extinción.\r\n»Para mí, esta muñeca, representa mi pueblo. Para mí, esta muñeca representa mi traje mazahua que yo traigo. Para mí, esta muñeca representa que jugaron con esa muñeca mi abuelitas», declaró.\r\nRecuerda que cuando era niña, jugaba con sus muñecas de trapo en su comunidad San Felipe Santiago en Villa de Allende, cuando cumplió 13 años una de sus tías le enseño a elaborarlas y se ha convertido en su actividad económica con la que ha sacado a delante a su familia.\r\nEn promedio, Amalia elabora artesanalmente 100 muñecas mazahuas en un mes: hace los moldes, corta y forma los cuerpos; luego cose las blusas, borda las nahuas, pliega las faldas y hace el delantal; después coloca el estambre en la cabeza para hacer las trenzas y le da vida al rostro bordando los ojos, la nariz y los labios.\r\n»Las muñecas están dependiendo del estado de ánimo que uno tenga, porque las muñecas a veces se ven tristes, a veces muy coquetas y sonriendo», dijo.\r\nActualmente, Amalia distribuye sus muñecas en varias tiendas de artesanías tanto del Estado de México con en el Distrito Federal, a través del Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (FONART), estos juguetes indígenas han traspasado las fronteras y se han comercializado en Estados Unidos.\r\nSin embargo, a pesar de estos éxitos que ha tenido con su arte, Amalia se entristece al ver que las muñecas mazahuas están a punto de desaparecer porque en el Estado de México únicamente hay tres artesanas dedicadas a este trabajo.\r\n»Yo le pido a la gente que valore nuestro trabajo porque ahí esta nuestras manos mágicas, ahí están nuestros ojos, porque no es una manualidad es una obra de arte que se lleva un tiempo para elaborar una pieza», apuntó.