Agencia MVT / Ingrid Ahumada Mañon
METEPEC, México, 6 de Abril del 2018.- Con el fin de difundir las características y propiedades del pulque, ayudar a los productores de aguamiel y destacar la historia artesanal de Metepec, se lleva a cabo la tercera edición de la Feria del Pulque, del 6 al 8 de abril.
Juan Carlos Pineda, organizador del evento, comentó que a través de la feria buscan impulsar la actividad de los raspadores de aguamiel del Estado de México y, a su vez, lanzarlos como referentes artesanales a nivel nacional de la bebida que -añadió- es considera “de los Dioses”.
“El producto es un parteaguas en la historia del pulque, no hay quien lo haga, no hay quien haya añejado el pulque, el pulque es del altiplano», precisó, y señaló que el pulque que vende es producido por un artesano que lo añeja durante 5 años; sin embargo, su producción le lleva al rededor de 18 años.
Pineda puntualizó las cualidades de la bebida ancestral, motivo por el que destacó une a las personas, ya que quienes lo beben recuerdan acontecimientos familiares, pues -dijo- “tiene un toque de la casa de los abuelos o del pueblo”.
«El pulque sabe a tierra, sabe a teja, sabe a tierra mojada, sabe a abuelos, sabe a aventura, porque algunos platican que se fueron a un rancho, que se fueron a la milpa, te remonta a todo, es realmente mágico, entonces a qué sabe el pulque, sabe a eso, sabe a México», profundizó al tiempo que apuntó que fue esa la razón para apoyar a Álvaro, productor del pulque que vende.
Recargado en una barra de madera, acompañado por jarros de barro y envases de pulque que contienen los diversos sabores como melón, avena, cacahuate, coco, piñón, tamarindo e incluso jitomate, Juan Carlos invitó al público en general a este evento familiar, el cual indicó también promueve el turismo del municipio y la actividad artesanal.
La Feria del Pulque se realizará en la plaza El Corral, ubicada sobre Ignacio Comonfort y Allende, a un costado del corredor de las artesanías, en el centro del pueblo mágico, el cual es un negocio adornado con pinturas de artistas mexiquenses y adaptado con material reciclado, en el que la madera y la luz tenue predominan.
